Vigo/La Coruña, 4 may (EFE).- Balaídos acoge este sábado el derbi gallego más descafeinado de los últimos años, con el Celta de Vigo apurando sus escasas opciones de entrar en Europa y el Deportivo de la Coruña pensando en el proyecto del próximo curso en Segunda División.
Únicamente el orgullo de dar una alegría a sus aficiones aparece como aliciente para esforzarse por ganar. Con este escenario, hasta Iago Aspas no forzará su reaparición. Esta mañana se probó pero en la parte final del entrenamiento notó unas pequeñas molestias y al final ni tan siquiera irá al banquillo.
Sin él, el Celta no ha ganado ninguno de los tres partidos que ha disputado este curso, los dos contra el Villarreal y el del Valencia. Es un dato que explica la excesiva dependencia del equipo de su máximo goleador, líder dentro y fuera del campo.
El ciclo de Juan Carlos Unzué en Vigo parece agotado. El navarro ha sido incapaz de superar la sombra de Berizzo en su primera aventura como técnico de Primera División. El club ya le busca sustituto desde hace unas semanas.
Unzué podría dar continuidad al equipo que viene jugando últimamente, pese a la pobre imagen ofrecida en el Estadio de la Cerámica. Ese ha sido otro de los males de este Celta: su bajo rendimiento lejos de Balaídos, donde no pierde desde el mes de diciembre.
Con Sergio Álvarez afianzado en la portería, y pese a la vuelta de Roncaglia a la convocatoria, la línea defensiva será la formada por Hugo Mallo, Sergi Gómez, Cabral y Jonny.
Lobotka es indiscutible como mediocentro. Se espera la titularidad del chileno Tucu Hernández en la medular, con Wass y Pione Sisto en las bandas, Brais Méndez como enganche y Maxi Gómez como delantero centro.
El derbi gallego ante el Celta de Vigo se presenta como una cuestión de dignidad para el Deportivo tras haber perdido la categoría la semana pasada con su derrota ante el Barcelona (2-4).
El conjunto coruñés ya se sabe de Segunda División en una nefasta temporada que acabará muy lejos de las expectativas que se había marcado cuando empezó el curso, incluso la de quedar por encima del propio Celta en la clasificación, algo que el presidente blanquiazul, Tino Fernández, manifestó en una entrevista en septiembre.
A tres jornadas para la conclusión del campeonato, 17 puntos separan al Deportivo del Celta en la clasificación de Primera División a pesar de que el conjunto vigués se ha situado también por debajo de lo esperado inicialmente.
Los coruñeses mejoraron sus prestaciones en los últimos partidos con su tercer entrenador de la temporada, Clarence Seedorf, pero ni siquiera eso le ha servido para evitar volver a Segunda División cuatro temporadas después.
Después de ese fracaso deportivo, los jugadores pretenden compensar en cierta medida a los aficionados con una victoria ante su máximo rival regional en el campo de Balaídos, aunque son conscientes de que eso no arreglará el desaguisado.
Para el partido de Vigo, el Deportivo tiene las bajas del central Sidnei Rechel y el lateral derecho Eneko Bóveda, pero recupera al delantero Adrián López, que no pudo competir ante el Barcelona por una contusión en el pie derecho y también puede contar con el ghanés Sulley Muntari, que esta semana ha estado unos días al margen del grupo.
A Vigo regresará con la camiseta del Deportivo Michael Krohn-Dehli, que jugó en el Celta entre 2012 y 2015 en Primera División y que ya había disputado otros cuatro derbis en la élite como celtista.
Alineaciones probables:
Celta: Sergio Álvarez; Wass, Sergi Gómez, Roncaglia, Hugo Mallo; Lobotka Hernández, Jozabed; Brais Méndez, Pione Sisto y Maxi Gómez.
Deportivo: Rubén Martínez; Juanfran, Albentosa, Schär, Luisinho; Krohn-Dehli, Guilherme, Borges; Çolak; Adrián y Lucas Pérez.
Árbitro: Del Cerro Grande (madrileño)
Estadio: Balaídos.
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Puestos: Celta (11º, 45 puntos), Deportivo (18º, 28 puntos)
El dato: Es el primer derbi gallego en la élite del fútbol español que afronta el Deportivo sabiéndose equipo de Segunda División.
La frase: Adrián (Deportivo): "Por nosotros mismos, el escudo y la afición hay que disputar el partido como si nos jugásemos la vida en ello. Es un derbi, no es un partido más, tenemos que intentar ganar el partido".
El entorno: A pesar del descenso, más de 300 aficionados del Deportivo apoyarán al equipo en Vigo.