En el mercado veraniego del año 2016,
el Cádiz Club de Fútbol firmó a Rafidine Abdullah, centrocampista internacional con las Islas Comoras y que
llegaba procedente del FC Lorient de Francia. Un futbolista formado en la cantera del Olympique de Marsella y que en el momento que firma a coste cero por el submarino amarillo tenía una valor de mercado de 1,25 millones de euros según el portal web
Transfermarkt.
Se trataba de un futbolista con muchísima calidad, apodado como
‘El príncipe de las Comores’, y que era era capaz de levantar al público de la grada con calidad, pero que no sobresalía por su trabajo físico. Nunca fue titular indiscutible, ya que
tuvo la dura competencia de otros futbolistas como Jon Ander Garrido, José Mari o incluso Álex Fernández.A pesar de ello, y sobre todo saliendo desde el banquillo,
llegó a disputar hasta 72 partidos con la elástica gaditana, 37 en la campaña 2016/17 y 35 en la campaña 2017/2018 marcando hasta tres tantos con la elástica gaditana, uno ante el Real Zaragoza, otro contra el CD Mirandés y el último ante el Sevilla Atlético.
Sin embargo, al finalizar su segundo año en el Cádiz, el centrocampista abandonó la entidad gaditana para poner rumbo al Wassl Beveren a coste cero y tras medio año en Bélgica estuvo todo un año sin tener equipo hasta que en enero del año 2020 firmó por el Stade Lausane-Ouchy de Suiza (Segunda división), club en el que se ha asentado ya que lleva tres temporadas con la actual.
Termina contrato el próximo 30 de junio, pero el club suizo tiene una opción de renovación si así lo cree conveniente.En los primeros días del año, la selección de Comores participó en la Copa África y dio una de las sorpresas tras imponerse a Ghana, aunque cayó derrotado en los octavos de final ante Camerún por tres goles a uno, un encuentro en el que se produjo una estampida de aficionados que abandonaban el Stade Omnisport Paul Biya de Yaoundé, capital política de Camerún.
En una entrevista en
El Larguero, el futbolista llegó a afirmar sobre estos hechos que “dicen que ha habido muertos y eso no está bien para el fútbol, que debe ser una fiesta. Estoy triste por lo que ha pasado. Después del partido hemos entrado en el vestuario y nos han dicho lo que ha pasado”.