Manu Vallejo llegó a Vitoria en enero, donde se enroló en el Deportivo Alavés como uno de los refuerzos invernales del conjunto babazorro pese a que
su intención inicial era volver al Cádiz CF y estuvo a punto, también, de firmar por el Levante UD. Incluso llegaron a intercambiar la documentación las partes, como denunció públicamente el presidente granota días después.
Sin embargo, por una u otra cuestión, acabó aterrizando en el
Alavés, donde pretendía darle un giro de 180 grados a su situación en la segunda mitad de la temporada. Un objetivo que no ha conseguido y, a cinco jornada para el final de LaLiga, ya puede asegurarse que
Manu Vallejo tampoco ha cuajado en la capital alavesa.
El de Chiclana apenas contó para
Mendilibar, pero
tampoco está siendo importante ahora para Julio Velázquez. Con el de Zaldiba le penalizaba el tricote en la zona ancha que utilizaba, mientras que con el actual entrenador el 4-2-3-1 que convierte a Joselu como único referente ofensivo le viene dejando fuera de la ecuación.
En ocasiones ha sido alineado por detrás de Joselu, o caído a banda, pero por lo general se ha visto penalizado desde que llegó por el hecho de que el
Deportivo Alavés venga jugando con un único punta.
Pese a ello,
Manu Vallejo lleva la situación con naturalidad. Con buen carácter y mostrando su compromiso con el grupo. En el vestuario ha encajado, a pesar de que en lo deportivo no acaba de lanzarse. Lleva un gol desde que arribó a Mendizorroza, donde sigue sin tener oportunidades, como en Valencia con Bordalás.
Manu Vallejo tiene contrato con el Valencia CF hasta 2024
En los últimos once encuentros,
Manu Vallejo tan sólo acumula 269 minutos; una media de 24' por partido. Ante el Rayo y el Mallorca no participó, dándole minutos Velázquez en el último a futbolistas como De la Fuente o Guidetti por delante de él. El de Chiclana tan sólo ha sido titular en dos ocasiones, frente a Granada y ante Osasuna, aunque en ninguna de ellas ha cumplido los 90'.
Cuando acabe la temporada,
Manu Vallejo volverá al Valencia, donde tampoco lo esperan precisamente con los brazos abiertos. Con contrato en vigor hasta 2024 con los che, le espera un verano incierto, con movimientos. Bordalás, en principio, no cuenta con él.