La Superliga, la máxima división del fútbol chino, arrancó este sábado a puerta cerrada y bajo estrictas medidas de prevención contra la COVID-19 con la victoria del Guangzhou Evergrande sobre el Shanghai Shenhua (2-0).
El extremo Wei Shihao, una de las grandes esperanzas del fútbol chino, anotó en el minuto 7 el primer gol del actual campeón liguero, entrenado por el italiano Fabio Cannavaro, y también el segundo en el 65 tras un certero contraataque.
La primera jornada de la Superliga también dejó la victoria del Wuhan Zall, entrenado por el español José González, sobre el Qingdao Huanghai por idéntico resultado, 2-0, con el debut testimonial del ex sevillista Carriço, que saltó al campo ya en el minuto 90', después de varios meses sin pisar el césped en un encuentro oficial.
El primer partido de la Superliga se jugó en la ciudad de Dalian (noreste), mientras que el segundo tuvo lugar en Suzhou (este), las dos sedes elegidas para albergar la competición.
La Superliga decidió establecer dos grupos de ocho que disputarán a puerta cerrada sus catorce partidos en esas sedes. Para evitar la propagación del coronavirus, jugadores, cuerpo técnico y árbitros deben permanecer confinados en un área cerrada de apenas 5 kilómetros cuadrados -solo pueden moverse entre los hoteles, campos de entrenamiento y partes de los estadios- hasta el 28 de septiembre, cuando finalice la primera fase de la liga.
Hubo tensión hasta el último momento porque, concentrados ya todos los jugadores del grupo de Dalian, se comenzaron a detectar nuevos contagios de coronavirus en la ciudad, por lo que las autoridades les obligaron a llevar mascarilla y les advirtieron de que infringir esta nueva normativa acarrearía "duros castigos".
Las alarmas saltaron tras ese rebrote en Dalian -de pocos casos por el momento- y las autoridades convocaron una reunión de emergencia en la que finalmente se decidió seguir adelante con los planes.
Los cuatro primeros equipos de cada grupo se clasificarán para la segunda ronda, en la que se disputará el campeonato, y los ocho restantes pasarán a jugarse las dos plazas de descenso a la China League One, la segunda división, una de ellas directa y la otra en un play-off contra el subcampeón de esa competición.
Todavía no se han determinado las fechas de esta segunda ronda, aunque la prensa oficial especula con que la Superliga pare en octubre y noviembre para que la selección china pueda prepararse para los encuentros clasificatorios para el Mundial 2022.