Las claves para transformarse en deportista élite no se encuentran escritas en una fórmula secreta, pero introducirse en el campo de la alta competición sí requiere seguir una serie de pautas y cuidados. Por esta razón, el Servicio de Actividades Deportivas de la Universidad de Sevilla comparte algunas indicaciones de la mano de los miembros del equipo técnico de los clubes de rugby 7 y hockey femenino de la US.
El primer factor que se debe tener en cuenta es la edad de la profesionalización; es decir, el momento en que se comienza a percibir un salario por la práctica deportiva que, según la modalidad, puede oscilar entre los 14 y 18 años. Dicho aspecto es importante a la hora de definir la intensidad de las rutinas de entrenamiento y la dieta.
Lo segundo a valorar es la organización del tiempo, ya que los deportistas de alto rendimiento entrenan al menos 4 días a la semana, entre una hora y media y 3 horas, y tienen una hora de competición. Esto definirá la distribución de las horas de estudio, trabajo u otras actividades adicionales al deporte y las actividades de recuperación física que son fundamentales para relajar la carga muscular y restablecer las reservas de energía.
Lo tercero a considerar son los cuidados nutricionales que varían en función del deporte y las condiciones físicas de quienes son deportistas. Sin embargo, los consejos más generales consisten en tener una dieta variada, evitar el consumo excesivo de alimentos altos en grasas, azúcares y sal, y mantener una buena hidratación todos los días.
El cuarto asunto que se debe atender es el descanso, pues dormir bien entre 7 y 8 horas diarias, y en la franja adecuada es vital para tener una recuperación óptima tras la actividad física. Por último y no menos importante es el aspecto anímico que se debe abordar con el acompañamiento de especialistas en psicología deportiva y con el apoyo del cuerpo técnico que se debe preocupar por el rendimiento deportivo y por la vida personal, familiar, académico o laboral del equipo para que este tenga un buen manejo de las emociones dentro y fuera del campo de juego.
SADUS