Fútbol, solidaridad e inclusión: una inolvidable mañana en Sevilla
Los chicos y chicas del CEE Virgen de la Esperanza y los del Virgen Macarena disfrutaron de una jornada de fútbol en una iniciativa en la que estuvieron acompañados por profesores, familiares y amigos
Lleno de emoción transcurrió el amistoso celebrado en la mañana de este lunes en el Centro Deportivo Calavera Club Fútbol de la Calle Hespérides de Sevilla. Allí se dieron cita los alumnos del CEE Virgen de la Esperanza y los del Virgen Macarena. Todo salió a pedir de boca en una mañana donde se priorizó el disfrute de ellos ante el calor de sus profesores, amigos y familiares. "La labor del centro y de las familias fue estupenda", confesaba Desiré, entrenadora del club que hizo las veces de local en un duelo que finalizó con un digno 6-3 y donde todos celebraron el resultado.
Un gesto maravilloso el que tuvieron sendos centros con la organización de un partido donde los más jóvenes saborearon hasta el último detalle. Desde el calentamiento y las instrucciones previas de Desiré y Rogelio, los entrenadores para el partido, hasta la entrega final de los trofeos, los rostros estuvieron llenos de ilusión, alegría y, como no, motivación. Nadie quería regalar la victoria y si no que se lo digan a Antonio, el delantero de los 'verdes', que peleó cada balón hasta el final y lo dio todo por hacer gol. "Llevaban entrenando un mes para el partido y conseguimos dos entrenamientos a la semana", confesó una "orgullosa" entrenadora local, quien confesó tras el partido "sentirse privilegiada" de poder disfrutar las prácticas con sus alumnos.
No fueron pocos los momentos divertidos que se sucedieron a lo largo de una mañana donde no faltaron las extensas celebraciones con la grada, las numerosas carreras a lo largo y ancho del terreno de juego o la comida en los dos banquillos. Tampoco estuvo exento el partido de goles en ambas porterías. El acierto de Pepe, el '8' azulón, de cara a portería fue determinante. Con su 'Hat-Trick' encarriló el triunfo donde el compañerismo ejemplar de Quique, los paradones de Mario y los ánimos de la grada también fueron determinantes. Enfrente, el equipo echó en falta al lesionado Alfonso, tal y como confesaron en secreto algunos jugadores de la plantilla. No se olvidaron de él en un día especial donde un esguince hará que la crónica del encuentro se la cuenten sus compañeros.
Más allá del resultado, lecciones como la carrera final de los azulones en busca del banquillo visitante para felicitar al rival por el partido dejaron muestra de su grandeza. Un día más, el deporte fue cuna de valores y quedó demostrado su relevancia como herramienta inclusiva.