Sagan impone el poder del arcoiris en la subida a Longwy, Thomas sigue líder

Sagan impone el poder del arcoiris en la subida a Longwy, Thomas sigue líder
El eslovaco Peter Sagan ha sido el vencedor de la tercera etapa del Tour - Carlos de Torres / Longwy (Francia)
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura
El eslovaco Peter Sagan (Bora) lució el arcoiris de campeón mundial imponiéndose con autoridad en la tercera etapa del Tour, disputada a través de 212.5 kilómetros, entre Verviers (Bélgica) y Longwy (Francia), en la que los favoritos entraron juntos y el británico Geraint Thomas (Sky) retuvo el maillot amarillo.

Reapareció "El Bicho" de Zilina, doble campeón mundial, para obtener su octava etapa en el Tour de Francia, exhibición incluida en un final en cuesta donde hubo dura batalla por la victoria. Sagan se mostró superior a todos. Ganó a su estilo, con autoridad.

Alzó los brazos por primera vez en la presente edición, a pesar de que se le salió el pie del pedal en plena vorágine por la etapa. Superó el obstáculo y, con un tiempo de 5h.06.20, se adelantó al australiano Michael Matthews (Sunweb), al irlandés Dan Martin (Quick Step) y al belga campeón olímpico Van Avermaet (BMC).

No estuvieron lejos de la refriega los favoritos. Asomó Contador en las primeras plazas, como buscando la etapa, pero el resto de enemigos directos espabilaron para evitar la perdida de segundos. Todos entraron juntos, a 2 segundos del ganador. Froome, noveno, a partir de ahí Quintana, Porte, Aru, Contador y Chaves.

Combate nulo en el primer final con aliciente del Tour, donde también estuvo atento el líder Geraint Thomas. El galés podrá llegar, salvo sorpresa, de amarillo a la Planche des Belles Filles el próximo miércoles, donde espera la gran montaña. Ya le escolta en la general su jefe, Chris Froome, a 12 segundos, y la tercera plaza es del "aussie" Michael Matthews.

La etapa más internacional del Tour nació en Verviers (Bélgica), localidad natal del ídolo clasicómano Philippe Gilbert, atravesó Luxemburgo y desembocó en Francia. Un recorrido con pequeñas cotas, en su inicio por parte del recorrido de la Lieja-Bastoña, luego por el circuito de velocidad de Spa-Francorchamps y finalmente con el aliciente de la rampa de Longwy, una llamada para los rematadores.

Enseguida se animó la fiesta con una escapada que incluyó a "Míster Diesel", el australiano Adam Hansen (Lotto Soudal), con 17 grandes vueltas seguidas en su hoja de servicios. Récord mundial. Con él se marcharon Politt (Katusha), Sicard (Direct Energie), Brown (Cannondale), Hardy (Fortuneo) y Backaert (Wanty).

Ninguna preocupación en el pelotón con las presas a distancia prudente y terreno de sobra para cazar a tiempo. Más tarde se unieron varios corredores, entre ellos el francés Calmejane, quien fue el último en claudicar a 12 kilómetros de meta, cuando ya estaba en marcha la maquinaria de los equipos que olían el triunfo de etapa.

La llegada a la ciudad fronteriza de Longwy, al final de 1,6 kilómetros de subida a la Cota de las Religiosas, al 5,8 de pendiente, inspiraba a un buen número de cazaetapas, como Gilbert, Van Avermaet o Peter Sagan.

Anulada la aventura, el BMC puso sus cartas encima de la mesa para que Van Avermaet descorchara el champán. Sin la energía de la primavera, el medallista de oro en Río atacó muy pronto ante la presencia de Contador, Dan Martin y Sagan.

Pero Sagan no se puso nervioso. Arregló el problema del pie en el pedal y arrancó a 60 metros de meta para mostrarse ya imparable. El bicampeón mundial, de 27 años, firmó su novena etapa en el Toour, donde aspira a su sexto maillot verde en París.

Y como no podía ser de otra manera, el "Bici de Oro 2016" y número uno del mundo, paseó por el podio su poblada melena, a veces tapada por una gorra "que da mucho estilo" y unas gafas de motocross colgadas, "no de esquí", de difícil justificación. Es Sagan, un gran campeón, un tipo peculiar.

La cuarta etapa del Tour espera con un largo trayecto de 207,5 kilómetros entre Mondorf-Les-Bains (Luxemburgo) y Vittel, con una sola dificultad de cuarta que no debe impedir la batalla del esprint entre los aspirantes al maillot verde.