Quiso rebajar la euforia antes de empezar a rodar por el circuito de Sachsenring porque no quería presión de ningún tipo. Lo dijo a la salida de Assen, que, con el estado de Bagnaia y Jorge Martín, sería complicado salir victorioso de tierras germanas.
Pero todos le conocen y sabían las ganas con las que llegaba a Alemania este fin de semana, porque era el de su estreno con Ducati en su circuito fetiche.
Y quizás este exceso de motivación le haya pasado factura a Marc Márquez según los expertos en psicología. Porque, después de estar resucitando este curso con el equipo italiano, al de Cervera le ha tocado revivir su infierno con las caídas. Y como él mismo ha reconocido, está viviendo "el peor fin de semana del año".
Su costalazo del pasado viernes casi le deja sin concursar este domingo, pero finalmente si lo hará pese a que ha confesado que lo está pasando realmente mal: "Tengo un golpe fuerte en las costillas, que me duele mucho cuando me suben las pulsaciones. A ver cómo me levanto".
Y por si fuera poco, la suerte tampoco le está acompañando, porque en la primera criba de la cronometrada Stefan Bradl se le cruzó delante y le relegó a arrancar el 13º. Al menos, en la sprint pudo maquillar sus resultados y cruzó la meta el sexto, algo de lo que sí se mostraba satisfecho el piloto catalán: "Por más que Sachsenring se me haya dado bien en el pasado, salir el 13º te complica mucho la vida, porque solo hay dos puntos para adelantar. Me quedo que, con vueltas limpias, rodé en los mismos tiempos que los de la cabeza".
Ante tal panorama, Marc ha tomado una dolorosa decisión en su cabeza para intentar, al menos, salvar el fin de semana: mantendrá un perfil bajo durante la carrera. "Ya dije que si hacía el fin de semana perfecto iba a poder luchar con los de arriba. Pero he hecho un fin de semana desastroso, el peor del año. Han salido todos los problemas posibles, así que toca salvarlo mañana", afirmó el de Gresini.
Y es que aunque sea el circuito que más le beneficia por su manera de pilotar como se ha demostrado en la última década, Márquez tiene claro las dificultades que entraña el mismo y las opciones reales que tiene de luchar por hacer podio: "Todos sabemos que en Sachsenring cuesta mucho adelantar, sólo se puede hacer en dos puntos, pero habrá que intentar hacerlo lo mejor posible mañana".