En la última década es imposible poner a ningún piloto de MotoGP por delante de Marc Márquez, ya que desde que llegó al mundial en 2013 se convirtió en el dominador absoluto de una categoría que estaba en uno de sus mejores momentos, con grandísimos pilotos compitiendo, pero nadie podía con él. Sin embargo, llegaron las lesiones, causadas en gran medida porque su Honda dejó de ser la máquina perfecta que acostumbraba y empezó a fallar y a causarle caídas que casi le retiran. Diplopía, un brazo afectado de por vida y un sinfín de dudas que le hicieron tomar una decisión drástica el año pasado y sacrificar mucho dinero para irse a Ducati, algo que le ha devuelto la sonrisa y le va a llevar al Lenovo en 2025, pero que era parte de un plan.
En una entrevista en la cadena británica TNT Sports, Márquez ha desvelado que el plan que tenía cuando estaba salió de honda ya es historia, pero ahora, ha entrado en una nueva fase. Y es que cuando llegó a Gresini su prioridad era entender si podía volver a ser competitivo, y a partir de ahí tratar de volver a un equipo de fábrica, algo que se aseguró hace meses, y ahora tendrá el mejor equipo y la mejor moto en el Ducati Lenovo. "Necesitaba demostrar velocidad, porque vales lo que vale tu última carrera; no lo que has logrado en el pasado".
Pero ahora le queda lo más difícil, ganarle a Pecco Bagnaia con la moto que él ha ayudado a 'crear'. Pasará de su hermano a un compañero de equipo que es campeón del mundo y que ha estado pilotando con una Ducati desde hace seis años y que "conoce todos los secretos de la moto". Pero confía en sus posibilidades y en tener las "pelotas" para competir cada fin de semana con él.
No obstante, a su favor tiene que lo peor ha pasado, pues ha dejado atrás un calvario de lesiones y sobre todo de dudas, y ha conseguido lo que más necesitaba, volver a sonreír y eso es "más importante que los Mundiales". De hecho, ahora reconoce que ha cambiado su percepción del deporte y de las carreras, y también que disfruta más de los logros. Como de su victoria en Aragón, la primera en casi tres años, de la que cuenta que sus sensaciones "fueron increíbles", porque "había esperado por ello mucho tiempo". "En 2014, gané diez carreras seguidas, ¿pero ahora? Sólo una en dos años. Así que los valores cambian". Por eso ya se puede decir que está preparado para volver a pelear por todo.