Si de Pecco Bagnaia. Enea Bastianini o Jorge Martín, los que el pasado año pelearon por el Mundial de MotoGP y la segunda Ducati oficial, se podía esperar que estuvieran en cabeza en el test de Sepang, no se esperaba tanto que el que se situase junto a ellos fuera Alex Márquez. El piloto de Gresini estuvo a la altura, demostró que el final de temporada del pasado año no fue flor de un día y, sobre todo, mostró a su hermano que la Ducati campeona de 2023 puede plantarle cara a la evolucionada que llevarán las motos de fábrica y las de Pramac.
El menor de los Márquez hacía balance de las tres jornadas y, pese a la alegría que podría darle su tiempo, se muestra cauto. "Hemos visto muchos que han salido de aquí súper contentos y luego en Qatar, en la primera carrera, sufren", advierte el de Cervera, antes de ratificar que "no hay que sacar conclusiones precipitadas".
"Creo que hemos hecho tres días muy sólidos probando cosas sin perder la cabeza y sin perder el foco. Después del largo invierno coger otra vez el ritmo y sentir otra vez ser constante, trabajar con el equipo y todo. Hicimos ayer una 'Sprint Race', un simulacro, y hoy hemos hecho otro con otro ‘set up’ totalmente diferente, con electrónica diferente que no me acaba de gustar. Hemos sacado conclusiones buenas y eso es lo más positivo, aparte del 1’56.9 que está súper bien, pero que, al final, cuenta para poco”, reconoce Alex Márquez.
Incluso iba más allá. "La vuelta rápida fue bien, pero tengo cero puntos en el casillero. Ves todos que estamos ahí, pues tenemos los mismos puntos a día de hoy", afirmaba el español y reconocía que esos tiempos que han hecho todos, seguramente, no se repetirán cuando la temporada de MotoGP llegue a Malasia. "Esta vuelta rápida es relativa, porque había mucho agarre en la pista, y no mucho calor. El asfalto estaba en muy buenas condiciones", admite.
"Está muy bien, pero en Qatar es cuando cuenta y cuando hay que poner el resto. Mola, claro que mola. He visto el 1:56.6 de Bagnaia y he dicho ‘me cambio y me voy al hotel’. Cuando tú aún no lo has probado dices ‘joder, qué pereza’. Pero al final sales fresco y estaba nublado, las condiciones perfectas en Sepang...”, añadía. Alex Márquez reconocía que habían probado de todo y que les quedaba "poco trabajo por hacer" en su caso. "Por los técnicos, ellos pedirían dar 80 vueltas, pero también hay que tener en cuenta el físico", reconoce.
Por último, también opinó por los dos nombres que han sido protagonistas en Sepang. Por un lado, un Pedro Acosta que ha sorprendido y ha estado arriba. "Lo ha hecho mejor de lo que le tocaría en este momento, pero... seis días se notan y seguro que está ya harto de rodar aquí”, afirmaba. El otro nombre propio era su hermano, del que no quiso desvelar mucho, aunque tras ver sus tiempos no le queda otro remedio que señalar que sobran las explicaciones: "Marc -Márquez- no necesita ayuda, eso seguro. Perdió un día entero, así que para ser su segundo día ya está demasiado cerca..."