El Mundial de MotoGP regresa a Europa tras su puntual paso por Portimao. Y lo hace con el fin de semana más esperado, el Gran Premio de España que tiene lugar en Jerez de la Frontera. La meca del motociclismo volverá a llenarse de aficionados y de motos, y los españoles tratarán de mantener el liderato en todas las categorías.
También será la primera vez que Marc Márquez llegue a Jerez con una Ducati. Y también su regreso al circuito donde sufrió la grave lesión en 2020 que cambió su carrera y del que ya se ausentó el pasado año por otra lesión, que se produjo en la prueba inaugural del Mundial 2023.
El piloto de Gresini Racing viene de caerse en Austin, pero con la confianza que le da los dos podios logrados en las carreras al Sprint de los grandes premios de Portugal y de Las Américas. Y con la certeza de que, aunque aún es pronto, todo se está moviendo en las diferentes marcas para formar sus equipos de cara al próximo año.
"Ya han firmado a los mejores pilotos. Ducati ha firmado a Pecco Bagnaia. Yamaha, a Fabio Quartararo. La siguiente será Aprilia, que se quedará uno de los dos -Maverick Viñales o Aleix Espargaró- que tiene...", admite un Marc Márquez que también sabe que KTM tiene a Brad Binder y a la sensación Pedro Acosta. Y que Honda es ahora mismo la peor elección posible, dado que sus motos ocupan habitualmente la última posición de la parrilla.
El piloto de Cervera dejaba claro en Estados Unidos que aún no quiere pensar en eso. "No he hablado con nadie sobre mi futuro, estoy centrado en hacerlo bien en pista que es donde más fuerza puedes coger. El primer objetivo, que era el de divertirme, ya lo he conseguido, y a partir de ahí, más temprano que tarde, empezaré a hablar con los equipos", admitía.
Sin embargo, lo adelantado que va el mercado hace que se ponga en el escaparate. De ahí sus ganas de empezar a sumar también en las carreras de los domingos tras sus dos últimos 'ceros'. "Para mí, todas las puertas están abiertas. La cosa es que, cuanto más rápido seas en la pista, más puertas se te abrirán. Ese es mi objetivo. Ahora mismo estoy en una posición diferente porque ahora estoy disfrutando, me siento competitivo y quiero seguir disfrutando de ello. Estoy abierto a escuchar a todos”, afirma Marc Márquez.
El piloto español sabe que no va a tener muchas opciones y que todas pasan por sacar buenos resultados con su GP23, aunque no descarta pelear por una moto oficial que también quiere Jorge Martín y defender Enea Bastianini, los dos pilotos que ahora mismo ocupan las dos primeras posiciones en el Mundial de MotoGP. "Creo que el mercado será más pasional este año y llevará más tiempo firmar los contratos y todo lo demás. (...) Tras firmar a los mejores pilotos, esperarán para elegir a un segundo piloto”, añade el piloto español.