Carlos Sainz ya ha cateado su primer examen con Williams. Su primer enfado en el Mundial llegó en Australia, donde tan sólo pudo realizar una vuelta antes de estrellarse contra el muro por culpa un problema en su monoplaza.
Afortunadamente para él, otro cinco pilotos también acabaron abandonando, entre otros Fernando Alonso, y su accidente pasó algo más inadvertido. Sin embargo, el madrileño no oculta que en Albert Park perdió una excelente oportunidad con su nuevo equipo y espero que no vuelva a ocurrir en China, donde se encuentra ya para disputar el segundo certamen de la temporada: "Como pudisteis ver, estaba decepcionado después de la carrera, pero muy rápidamente en cuanto abrí el portátil y repasé un poco lo que pasó, creo que concluí muy lo que estaba sucediendo en ese momento".
Lo que más lamenta de esta primera piedra en su aventura con Williams es una cosa: "La única diferencia es que, por desgracia para mí, en el Gran Premio de Australia no pude pilotar una carrera tan exigente desde el punto de vista de las comunicaciones, y me he perdido esa experiencia para construir con mi ingeniero. Estábamos hablando de ello hace un momento. Es como si tuviéramos que revisar esa carrera, y tenemos que repasarla juntos mientras porque este es exactamente el tipo de cita en la que creo que puedo marcar la diferencia como piloto si me ayuda a leer bien la situación, y podríamos haber conseguido un buen resultado como en este caso hizo Alex Albon".
Y en la rueda de prensa previa a este nuevo Gran Premio ha confesado cuáles son sus expectativas en tierras asiáticas y parece que son muy altas. Eso sí, para eso deberá aprobar esa asignatura pendiente: "Si nos comunicamos bien, va a pasar, porque hemos perdido una oportunidad increíble para construir sobre ella. Así que aún quedan 23 grandes premios más, así que todavía me quedan muchas por delante, pero sí, ese fin de semana en el que tienes una curva de aprendizaje enorme".
Por último, es consciente de que hay factores en la Fórmula 1 que son incontrolables y que ha aprendido a gestionar eso en su cabeza: "Para mí, la sensación general es que demuestra lo rápido que un buen fin de semana puede convertirse en uno malo en este deporte. Cuando el último 1-5% de las cosas que no sabes sobre un coche de Fórmula 1 que estás pilotando en el 99% de los casos, no te van a dejar fuera, pero cuando las cosas y las estrellas se alinean, y te encuentras en una situación como la que yo me encontré detrás del coche de seguridad en el Gran Premio Australia, eso demuestra que la atención a los detalles y a las pequeñas cosas a veces te pueden perjudica. Así que hay mucho que aprender de ello, y vamos a hacer un plan para mejorarlo".