Antonio José Medina4 min lectura"En términos de 2024 y 2025 hemos comprometido enormemente el presente por el futuro y sufriremos por el momento", señalaba durante el parón veraniego el jefe del equipo Williams, James Vowles. Unas palabras que corroboraba justo después el jefe de rendimiento del equipo británico, Dave Robson. "Si podemos encontrar alguna forma de mejorar el rendimiento del coche de 2025 lo haremos, pero sin comprometer el programa de 2026. El coche de este año y el de 2025 se pueden considerar como un solo proyecto. El trabajo terminará a comienzos del año que viene", avisaba en una clara advertencia a Carlos Sainz de que iba a tocar sufrir para, luego, tratar de pelear por los podios un año después.
Ambos dejaron claro que el objetivo era devolver a Williams a la parte alta de la parrilla y, aunque había alguna mejora antes de final de año, las miradas se iban a poner en 2026, algo que, según creían, iban a hacer todos ya a principios del próximo año.
Esas dudas, que auguraban lo peor, contrastan con lo que se ha visto después de ese parón. Los Williams, que eran el segundo peor equipo en la parrilla en ese inicio de temporada, daban un salto adelante y, ahora mismo, son la quinta escudería más competitiva de la Fórmula 1. Aunque las hazañas de Fernando Alonso se empeñen en minimizar sus avances.
El buen hacer de Albon y la ilusión que ha traído Franco Colapinto también ayudan y, de tener cuatro puntos antes del parón, han pasado a los 16 actuales y han superado a Alpine en la clasificación de Constructores.
El principal cambio, que ya llegó en el Gran Premio de los Países Bajos, es aerodinámico, con un nuevo diseño de los pontones, pero también hubo un cambio en el suelo del monoplaza en Azerbaiyán que les permitió dar otro paso adelante y en las suspensiones en Singapur. “Estamos en una situación en la que esa actualización está dando buenos resultados y en una mitad de tabla muy apretada somos capaces de devolver el coche a esa posición de Q3″, señaló el jefe del equipo Williams, James Vowles, en Motorsport.
Hay más mejoras previstas de aquí a final de año y si a eso añadimos la gran inversión que han hecho para ese futuro, con la contratación, anunciada durante el mes de agosto, de 26 ingenieros, el aún piloto de Ferrari Carlos Sainz puede empezar a respirar. Va a un equipo en el que tienen muy clara la dirección que van a tomar. “Williams está invirtiendo en lo que se necesita para ganar y esto es solo el principio", advierte un Vowles cuyas ambiciosas predicciones se están haciendo realidad.