Este Gran Premio de Italia podía haber sido una oportunidad perfecta para que McLaren lograra el 'sorpasso' a Red Bull y se colocara como líder de la clasificación del mundial de constructores de Fórmula Uno. Sin embargo, en vez de un domingo de alegría para la escudería británica ha sido todo lo contrario, dejando claro que aún les falta mucho si quieren pelear por el campeonato. Y no es un problema en el monoplaza, es una gestión interna.
Tras la clasificación del sábado el box del equipo naranja era una auténtica fiesta. Sus pilotos habían conseguido la primera línea para la carrera, con Lando Norris a la cabeza y Oscar Piastri en la segunda posición, mientras que su rival tenía a sus dos pilotos más atrasados de la cuenta. Max Verstappen, actual líder de la clasificación, se tuvo que conformar con salir desde el séptimo puesto, mientras que Checo Pérez fue octavo. Era la oportunidad perfecta para McLaren, pero una lucha entre sus dos pilotos arruinó sus opciones.
La primera curva del circuito de Monza fue fatídica para la escudería británica. Piastri atacó a su compañero de equipo y consiguió colocarse líder de la carrera, pero dejó a Norris en una situación crítica, que aprovechó Leclerc para pasarle también. A lo largo de la carrera, ambos pilotos estuvieron peleando entre ellos, olvidándose del verdadero rival. Finalmente fue el monegasco el que consiguió los 25 puntos y se coronó ganador de la carrera, provocando un clima tenso en McLaren.
En el festejo del doble podio todo eran caras largas y las opiniones sobre el tema entre los aficionados de la categoría reina del automovilismo son diversas. Gran parte de los espectadores se plantea por qué McLaren no se centra en el mundial de constructores y fijan unas órdenes de equipo para priorizar el bien común que el de sus pilotos. Pero otros afirman que esto es la F1 y tienen que pelear por las posiciones en la pista. Aunque bien es cierto que debido a esta lucha entre los dos pilotos naranjas, Verstappen y Red Bull sacan un mejor resultado del esperado, mientras que en McLaren comienzan los problemas.
El propio Norris, que ocupa la segunda plaza en la lucha por el título, habló del incidente en la rueda de prensa después de la carrera. Muy enfadado y decepcionado el inglés aseguró que "no era la carrera que quería hoy, todo se torció en la curva 4". "Obviamente no esperaba una maniobra así, obviamente no. Teníamos mucho hueco con los de detrás, así que no había motivo para arriesgar, se ha acercado un poco más de la cuenta, y si yo hubiera frenado un metro más tarde los dos hubiéramos quedado fuera de la carrera" apuntaba muy serio el piloto.
A pesar de este incidente, Lando condena las órdenes de equipo: "Estoy aquí para ganar el campeonato, pero tampoco voy a rogar para intercambiar posiciones, no es quién soy yo y no quiero ganar un campeonato de esta manera" afirmó.