Este fin de semana la Fórmula Uno aterriza en Brasil, uno de los circuitos más míticos del calendario y que en este Gran Premio vivirá un momento especial. En 2024 se cumplen 30 años de la muerte de Ayrton Senna, una de las mayores leyendas de la categoría reina del automovilismo e ídolo nacional en Brasil, por lo que han decidido rendir tributo al tricampeón del mundo y Lewis Hamilton será el encargado.
Todos los detalles de el Gran Premio están preparados para recordar al piloto local, como las gorras que entregarán a los pilotos o los trofeos del podio, pero hay un acto que será más especial y en el que Hamilton es protagonista. El siete veces campeón ha sido elegido para subirse a uno de los monoplazas con los que Senna se proclamó campeón del mundo. El piloto de Mercedes siempre ha hecho pública su gran admiración al brasileño, por lo que este homenaje también será muy especial para él.
Con motivo de este homenaje, el siete veces campeón vuelve a subirse a un McLaren, la escudería que apostó por él en sus inicios y con la que levantó su primer título del mundo. Lo hará seguramente tras la sesión de clasificación del sábado en Interlagos, aunque la fecha aún no está totalmente confirmada. Lo que sí se sabe es que Hamilton se pondrá al volante del McLaren MP4/5B, el monoplaza que condujo Senna en la temporada de 1990 y con el que conquistó su segundo campeonato mundial.
Tuvo un homenaje parecido este mismo año con motivo del 30 aniversario de su muerte y también estuvo a cargo de un campeón del mundo. Fue Sebastian Vettel el encargado de manejar uno de los míticos coches de Ayrton en Fórmula Uno, concretamente con el que se subió al podio por última vez, antes de que perdiera la vida en el circuito de Inmonla.
Ahora es el turno de Hamilton, que 'cambia de escudería' y se aleja de Mercedes y Ferrari para volver a subirse a un McLaren en una cita especial para él. No sólo por la admiración que tiene por Senna, su gran ídolo de la competición, también por el fuerte arraigo que siente por la cultura brasileña y el apoyo que recibe allí, siendo este GP el de su 'segunda casa'. Así lo demuestra cada vez que puede, abrazando la bandera de Brasil y agradeciendo siempre lo querido que se siente durante esta carrera.