Fernando Alonso apenas ha podido dar este jueves 31 vueltas sobre el asfalto de Sakhir. Una rejilla, que saltó al paso del Ferrari de Leclerc, acortó en casi dos horas la sesión matutina de los test de F1 que se están disputando en Bahrein y frustró a muchos pilotos que, como el asturiano, habían guardado las pruebas de velocidad para ese tramo de la sesión; y en la primera parte habían estado con otro tipo de pruebas y sin hacer tiempos.
Los tiempos de Aston Martin, lejos de llevar al optimismo, hacían justo lo contrario. Hasta seis escuderías estaban por delante de ellos a mediodía -una de ellas, Williams, con neumáticos blandos- y éstos se encontraban muy lejos de Red Bull y de un Ferrari con el que el propio Alonso había peleado el primer día.
Esos tiempos no significan nada, ya que no se sabe lo que está probando cada uno y el Aston Martin da la sensación de tener muy buen ritmo de carrera y de ser un coche que se conduce muy fácil.
Tal vez por ello, Alonso se mostró contento con lo que está viendo y mandó un mensaje de tranquilidad a los aficionados. Aunque no tanto a la Fórmula 1, a la que sigue criticando que les hayan dado tan poco tiempo para preparar sus coches. "Es difícil decir dónde estamos ahora mismo, sin saber dónde está el resto o qué hacen. Y además, el programa cambia dependiendo del tiempo disponible, etc. Y todo por un reglamento, como dije también en la presentación del coche, es difícil de entender con apenas un día y medio de test por piloto, que va a ser un día y cuarto ahora, después de lo de esta mañana, para preparar nuestra temporada", señala el asturiano, continuando una queja que encontró su apoyo en otros pilotos, entre ellos George Russell.
"Es como si a un tenista le cambiaras la raqueta, las pelotas y todo antes de una temporada y dejas que los jugadores prueben todo el equipo un día antes de un Grand Slam. Es ridículo en un deporte muy sofisticado con 200 millones de presupuesto en los equipos al año y cosas así...", añade el asturiano.
"Creo que todos tenemos nuestro equipo completo aquí. Todos los mecánicos están aquí, preparados para la semana que viene. Así que no sé el coste extra de tener los dos coches aquí, porque corremos aquí dentro de cinco días. No es que tengamos que volver a Europa y luego enviar los coches de nuevo a Bahrein o algo así. Así que creo que todos tenemos dos coches listos, más o menos, a tiempo. Así que sí, creo que tener dos coches, incluso tres o cuatro días, debería ser lo mínimo para un deporte profesional, para un deportista profesional que compite en un campeonato del mundo", asegura el asturiano.
Tras su rajada, reiteró que no sabe qué puede dar de sí el AMR24, pero se muestra confiado en lo planteado desde la fábrica, aunque no se haya plasmado aún en tiempos. "Complicado saber dónde estamos. Los últimos días, con tanto viento, es complejo para todos, incluso para Max -Verstappen- ayer en el primer par de vueltas. Es difícil pilotar y ver dónde está todo el mundo, pero el coche es un paso adelante con respecto al año pasado. Creo que comprendimos bien las dificultades de la segunda parte del año y las hemos mejorado, pero es difícil ver qué paso ha dado cada uno y quien ha dado el más grande", afirma el asturiano.
"Creo que todo el mundo dio un paso adelante, así que es una cuestión de qué paso adelante es un poco más grande que el de los rivales. Y esta será sólo la primera carrera de una temporada larguísima, así que tenemos que seguir trabajando, entendiendo el coche en estos tres días y también en el primer par de carreras. McLaren demostró el año pasado que, no importa cómo empieces la temporada, todo puede cambiar muy rápidamente con estos coches si encuentras o activas el punto mágico en el coche. Así que sí, seguiremos trabajando", asegura un Alonso que ve, precisamente a su exequipo como uno de los más peligrosos: "McLaren parece que también sigue arriba, así que hay que trabajar duro y constantemente", añade.