Fernando Mateos4 min lecturaSe viven horas frenéticas en el Sevilla FC. Tras la derrota del pasado viernes ante el Valencia en Mestalla, la cuarta consecutiva, el equipo llevó a cabo una sesión de recuperación este pasado sábado con Xavi García Pimienta al frente. Pero el técnico catalán no volverá a dirigir ninguna más. En ese momento aún se debatía su continuidad, siendo Del Nido Carrasco su principal apoyo dentro de un consejo de administración donde la mayoría abogaba por poner fin a su etapa en el banquillo. Las llamadas y las reuniones se sucedieron a lo largo de la tarde y esta misma mañana, aprovechando la jornada de descanso del plantel, ha tenido lugar una reunión del comité ejecutivo, con la presencia del presidente, el director deportivo y los vicepresidentes, en la que se ha tomado definitivamente la decisión de destituir al técnico barcelonés, algo que el club ha hecho ya oficial con una breve nota en la que "quiere agradecer el trabajo de García Pimienta durante estos meses, así como su profesionalidad, deseándole la mejor de las suertes en los retos futuros".
El hecho de tener que pagarle un finiquito que será más caro ahora que en verano suponía un freno que finalmente no ha sido suficiente para concederle una última oportunidad ante el Alavés el próximo Domingo de Resurrección. De este modo, García Pimienta, pese a haber renovado en septiembre hasta 2027, dice adiós con un pobre balance de 9 victorias, 9 empates y 13 derrotas, siendo el entrenador de la historia sevillista con peor porcentaje de triunfos entre todos aquellos que han dirigo más de 30 encuentros.
Los resultados, como es obvio, han acabado por sentenciar al ex de la UD Las Palmas, que con su victoria de ayer ante el Getafe ha dejado en 7 puntos el colchón sevillista con respecto al descenso. Pero más allá de que esa distancia siga siendo relativamente tranquilizadora, se ha apostado por dar este giro de timón para intentar cambiar la dinámica y evitar problemas. Además, desde hace algún tiempo la relación entre el entrenador y la cúpula directiva se encontraba cada vez más desgastada, pesando en la decisión final tanto su pobre lectura de los partidos como el hecho de que haya perdido el control del vestuario, aunque él se veía con fuerzas para continuar.
En las próximas horas, además, debe hacerse también oficial el nombre de su sustituto, que salvo sorpresa será Joaquín Caparrós. Aunque se había tanteado también la opción de ascender desde el filial a Jesús Galván, la opción preferida por Víctor Orta, finalmente se ha optado por recurrir de nuevo al utrerano, que ya actuó de apagafuegos en otras dos ocasiones, para buscar también con ello un consenso en el seno de la afición.