La Fórmula 1 vuelve del parón veraniego a lo grande, con un doblete de carreras, en Zandvoort y Monza, de las más míticas que hay por el calendario y que además de decirnos donde está cada coche tras las vacaciones, va a servir para dar inicio a la segunda parte de la campaña. Por un lado queda conocer si Max Verstappen va a ser capaz de administrar la ventaja que tiene en la general, o si la superioridad que han mostrado en los últimos meses Mercedes y McLaren le va a obligar a seguir empujando como pueda hasta Abu Dhabi, para no perder un cetro que tenía ganado. Pero no es el único aliciente, ya que también comienza la cuenta atrás para la despedida de Carlos Sainz, que va a dejar Ferrari para probar suerte en Williams, una decisión controvertida, pero con sentido.
Y es que el madrileño va a pasar de golpe de estar luchando por victorias y podios de forma asidua con el Cavallino Rampante, a pilotar un monoplaza con mucha historia, pero en horas muy bajas. Aunque es cierto que una vez que Lewis Hamilton anunció su llegada a Manarello, sus opciones disminuyeron y ha acabado por coger la mejor para él. Aunque tal y como ha declarado en Países Bajos, puede tener cierto sentido su apuesta, y es que aparte de que le transmitieron "mucha confianza y seguridad", le dieron un proyecto. "Han progresado mucho en los últimos años, con un liderazgo claro de James Vowles y con un proyecto y objetivo claros. Es un equipo con mucho pedigrí e historia en la F1 y yo recuerdo esa fase de recuperación en la que ayudé a mejorar a McLaren, así que me apetece ir a Williams e intentar replicar algo parecido”.
Pese a que es consciente de que de primeras no ilusiona, pide tiempo y apuesta por él, apelando a sus éxitos en la Fórmula 1, donde en diez años ha conseguido muchos éxitos, hasta el punto de, con sus tres victorias y multitud de podios, convertirse en el segundo mejor español de siempre, algo que no esperaba ni siquiera cuando se vistió de rojo. "Quién lo hubiera dicho cuando llegué a la F1 o incluso cuando llegué a Ferrari, que estaba tan lejos de las victorias". Respecto a su nueva vida, repite que no suena "tan emocionante", pero apela al tiempo y pide apoyo, porque "no es como empieza sino como acaba".
Sainz tardó mucho en tomar la decisión, y estuvo esperando, y lo hizo hasta que no pudo más, lo hizo porque buscaba tener "más datos de todos los equipos para tomar la decisión adecuada". Y no esconde que al principio consideró las opciones de Red Bull y Mercedes porque tenía que hacerlo. "Cuando te vas de un equipo como Ferrari miras las opciones más competitivas". Pero una vez que tuvo claro que no se podía y los equipos más probables eran Audi, Alpine y Williams, se lanzó a la aventura antes del verano para irse al parón "con la mente relajada después de una primera mitad de temporada realmente dura".