La 'silly season' para Carlos Sainz empezó mucho antes que la temporada arrancara. El anuncio de Ferrari del fichaje de Lewis Hamilton lo cambió todo, fue un palo para él y le obligó a empezar a negociar -a través de su agente y de su padre, lógicamente- cuando no se habían celebrado ni los test de pretemporada.
Justo antes de arrancar la Fórmula 1 2024, cuando su nombre sonaba para el 80 % de las escuderías -sólo McLaren y Ferrari tenían en el equipo confirmado-, Sainz admitió que estaba "hablando con todos". A lo largo de estos meses ha parecido estar a punto de fichar por uno y, luego, cambiar todo. Ha habido momentos en los que él decía que todo se solucionaría pronto y, casi en julio, aún sigue sin decidirse y con algunas puertas aún cerradas y otras que se abren.
Ayer, uno de los que lo 'descartó' para apostar por Antonelli, Mercedes, aseguraba que la elección del italiano para 2025 aún no era segura. Audi-Sauber y Williams aún tienen una plaza libre, ha aparecido Alpine de la mano de Flavio Briatore y hasta Red Bull, que renovó hace unas semanas a Checo Pérez, presiona con rescindirlo por su bajo rendimiento.
Y Carlos Sainz ya empieza a estar cansado de todo y no se fía de nadie y de nada. "Hablando con los equipos, me ha enseñado un poco lo duro que es este deporte y lo poco que hay que creerse a veces lo que dice la gente al principio de las negociaciones, de las conversaciones, y sobre todo la gente. También me ha enseñado a confiar muy poco en la gente del paddock, porque es un deporte muy político, hay muchas cosas de este tipo involucradas, y me ha hecho entender que es un deporte muy duro en ese sentido, y comprender una mejor imagen de la Fórmula 1 sin entrar demasiado en detalles", asegura un Carlos Sainz que ha visto cómo se le cerraban puertas por motivos ajenos a su calidad como piloto (luchas internas, patrocinadores...).
También le ha enseñado a conocer los equipos y las aspiraciones que tiene cada uno de cara, sobre todo, a ese 2026 en el que todos tienen puestas las miradas. "Además de las otras escuderías, he aprendido mucho en qué posición se encuentran y los equipos a los que potencialmente me voy a trasladar el año que viene he profundizado mucho en el estado en el que se encuentran y la situación que hay. Y eso me ha hecho tener quizá una mejor comprensión de cómo es la Fórmula 1 cada equipo y dónde están", afirma un Sainz al que, por todo esto, las dudas le han hecho retrasar la firma y, aunque se dijo que podría conocerse su próxima escudería antes de Austria, ya ha dejado claro que este fin de semana no habrá novedades.
De momento, Audi y Williams le siguen esperando y él quiere tener clara la elección. De ella depende su futuro. Y a él lo único que le importa es poder seguir aspirando a luchar entre los primeros. Lo otro es secundario.