Antonio José Medina3 min lectura"Honestamente, no sé si estará, pero la recuperación hasta ahora es asombrosa, el hecho de que haya podido estar con el equipo es una muy buena señal y un muy buen apoyo para nosotros", señalaba Fred Vasseur, jefe de Carlos Sainz en Ferrari, sorprendido aún de ver al piloto madrileño, apenas 24 horas después de ser operado de apendicitis en el box de la escudería italiana presenciando la carrera.
"Ahora tendrá una semana de descanso completo y tomaremos una decisión sobre cuándo tiene que volar a Melbourne dentro de una semana. Pero soy bastante optimista", añadía el máximo responsable de Ferrari.
Vasseur iba más allá y aseguraba que lo importante era "no es presionar, sino recuperarse y recuperarse adecuadamente", al tiempo que esperaba que Carlos Sainz tomara la decisión correcta sobre si estaba en condiciones o no de correr en el Gran Premio de Australia de Fórmula 1, que se disputa desde este viernes en Albert Park.
El propio Sainz ha sido el que ha acabado con las dudas. El piloto madrileño llegó este lunes a Melbourne dispuesto a correr tras haberse perdido el anterior gran premio. Se esperaba que así ocurriera y los antecedentes indicaban que estaría recuperado totalmente en quince días. El más cercano es el de Alex Albon, quien sí tuvo complicaciones en una operación de apendicitis, pero ya estuvo corriendo en el siguiente gran premio.
No obstante, aunque se encuentre bien, como ha dejado claro, debe pasar unas pruebas previas en las dependencias del circuito de Albert Park, ante el delegado médico de la FIA. En ellas se valora sobre todo su capacidad de reacción, sus reflejos y la coordinación de sus movimientos. Y un último examen de evacuación del habitáculo del monoplaza. Algo que, a priori, el piloto español no debería tener problemas para superar y así estar presente en la parrilla de salida de este tercer gran premio de la temporada.
Sainz, tras acabar en el podio en Bahrein, quiere recuperar cuando antes el terreno perdido y espera poder hacerlo desde esta carrera. Su ausencia en Arabia Saudí permitió que su compañero Charles Leclerc le superara en la clasificación y él espera poder pelear de nuevo por lo máximo en el Mundial de Pilotos.
Pese a la confirmación, Frédéric Vasseur ha avisado que Oliver Bearman, que estará corriendo en Australia en F2, volvería a ser el piloto reserva del equipo en Melbourne.