El Gran Premio de México parecía ilusionante para Fernando Alonso, que celebraba el aniversario de sus 400 carreras en la categoría reina del automovilismo. Sin embargo la actuación del piloto acabó de la peor manera, con un abandono en la vuelta 15 que no le dejó competir, pero no fueron las únicas malas noticias para el español.
Además de sus problemas físicos, que se han vuelto a repetir en los días previos al GP de Brasil, tuvo problemas con el monoplaza. El Aston Martin había montado un paquete de mejoras para hacer frente a la recta final de la temporada y con las que esperaban mejorar los resultados de las últimas carreras, en las que les cuesta hasta llegar a los puntos. Pero nada más lejos de la realidad, las mejoras no han funcionado y ahora deciden dar marcha atrás con esta nueva configuración.
Mike Krack, jefe de la escudería, ha explicado que el principal fallo del monoplaza está en el suelo del coche, además de que las mejoras no han provocado los efectos esperados. El equipo británico llegaba preparado al circuito de los Hermanos Rodríguez, con una serie de cambios en varias piezas del monoplaza para conseguir mejores resultados, entre las que destacaban el alerón delantero, el suelo y el difusor, pero de poco han servido. Alonso tuvo que abandonar la carrera debido a que el coche no se estabilizaba mientras que Lance Stroll quedó undécimo, a un paso de los puntos.
Por ello, han decidido montar la configuración antigua y olvidarse de este nuevo paquete. Respecto al suelo, en las sesiones de México probaron tres diferentes en busca del más adecuado, que ha sido el de Suzuka, el más antiguo. Por lo que para el resto de carreras será el elegido en buscar de hacer un poco mejor el equipo, aunque la prioridad principal está en la próxima temporada.
Las cuatro carreras restantes servirán para hacer balance después de una temporada bastante dura, en la que han tenido una bajada de rendimiento bastante significativa. La escudería está preparando un proyecto para ser capaces de pelear por las primeras posiciones, con Aramco como principal patrocinador y Adrian Newey para diseñar el coche, por lo que quieren el mejor equipo posible.
Por ello, la recta final será clave para decidir quién continúa en el garaje de la escudería o quién se marcha, si no consiguen hacer funcionar la configuración del coche.