Alberto Gálvez3 min lecturaAunque al Mundial de Fórmula 1 todavía le queda más de un tercio por disputarse, en Aston Martin hace tiempo que están pensando ya en la próxima temporada. Y uno de los que más está deseando que llegue el final de esta y el comienzo de un nuevo curso es Fernando Alonso.
Consciente de las limitaciones de su actual monoplaza y viendo que, por muchas mejoras que la escudería británica intenta plasmar en su coche, siguen estando a años luz de los primeros cuatro grandes equipos (Red Bull, Mercedes, McLaren y Ferrari), una nueva motivación se ha despertado en la mente del piloto asturiano: la llegada del ingeniero Adrian Newey.
El acuerdo entre ambas partes está a punto de oficializarse. Y mientras tanto, lo que ya se ha desvelado es el salario que percibirá el todavía ingeniero de Red Bull. Con pretendientes en el mercado como Ferrari, Lawrence Stroll ha tenido que tirar la casa por la ventana y apostar todo a Newey podría decirse. O dicho de otro modo, le ha entregado las llaves de su casa.
Y es que, según el medio británico BBC, fuentes cercanas a Aston Martin aseguran que el afamado ingeniero estampará su rúbrica en un contrato por los siguientes cinco años, con un salario de 30 millones de libras al año, unos 35 millones de euros.
En Aston Martin creen que ficharle es sinónimo de éxito asegurado y saben que para seguir teniendo en sus filas a un piloto como Fernando Alonso deben estar a la altura más allá de las indicaciones técnicas en los circuitos.
Pero ahí podría no quedar la cosa. Y es que, según The Times, Newey se convertirá en accionista de la escudería británica, pudiendo llegar a ser copropietario de un proyecto que aspira a tutear a los grandes.
A sus 65 años, Newey abandonará su aventura idílica con Red Bull, donde ha seguido engordando su palmarés y ha sido reconocido como el gran artífice de los éxitos de la escudería austriaca.
Y antes de que se ponga manos a la obra Adrian Newey, Aston Martin tiene previsto para finales de este año 2024 estrenar sus nuevas instalaciones en Silverstone. Serán las más modernas de toda la Fórmula 1 y en ella contarán con un túnel de viento con la mejor tecnología posible. Sin duda, una herramienta a la que el ingeniero británico le puede sacar todo el petróleo del mundo de cara al cambio de reglamento en 2026.