Cero alcohol al volante. Numerosas son las campañas de las autoridades y las recomendaciones al respecto de los expertos en tráfico, quienes recuerdan constantemente la importancia de no consumir ni una gota del alcohol cuando nos disponemos a ponernos al volante de un vehículo. Y es que el consumo de éste es uno de los principales factores de la siniestralidad en España.
Como norma general, lo mejor es no beber nada siempre que se va a conducir luego. Aunque es cierto que en la mente de todos están los límites de la DGT al respecto, aunque todo depende de la fisionomía y metabolismo de cada individuo, así como, también, del sexo o el tipo de bebida alcohólica que se disfrute.
En cualquier caso, la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial deja claro que se considera positivo en un control de alcoholemia cuando se superan los 0’5 gramos por litro en sangre (0’25 mg/L en aire espirado).
Estas cantidad, lógicamente, es difícil traducirlo luego en número de bebidas alcohólicas, pues, entre otras cosas, dependen de cuál sea la bebida. Si hablamos de cerveza, posiblemente una de las bebidas alcohólicas más consumidas diariamente en España, la DGT y la Guardia Civil recogen las cantidades con las que daríamos positivo.
Por lo general, se considera que 1’5 unidades ya garantizaría el positivo en hombres y menos de una unidad lo haría en mujeres, tomando como medida una jarra de 330 ml, que es también la medida estándar de una lata o una botella de un tercio.
Según la Guardia Civil, estos serían los cálculos de todo conductor que no se marque un 0’0 al volante. "Para conducir, mejor ir a cero. Pero, recuerda que el límite legal de alcohol en sangre es 0,5 gr/l (0,3 para noveles)", recuerdan desde la cuenta de Twitter de la DGT.
Una jarra: 0,5 mg/L en aire espirado.
Dos jarras: 0,8 mg/L en aire espirado.
Tres jarras: 1,2 mg/L en aire espirado.