El inglés Lewis Hamilton (Mercedes), líder del Mundial de Fórmula Uno, aspira a igualar este año los siete títulos del alemán Michael Schumacher. Y este fin de semana gozará de su segunda oportunidad para empatar su récord histórico de triunfos (91) en el Gran Premio de Eifel, el undécimo del certamen, que se disputará en el circuito del Nürburgring (Alemania).
Hamilton pudo haber igualado a Schumacher hace dos domingos, pero se tuvo que conformar con el tercer puesto en Sochi; donde su compañero finés Valtteri Bottas ganó, por delante del holandés Max Verstappen (Red Bull), el Gran Premio de Rusia; en el que el español Carlos Sainz (McLaren) abandonó, accidentado, en la primera vuelta.
Al inglés -sancionado con diez segundos, por ensayar salidas en una zona no permitida- se le escapó su séptimo triunfo del año en el anillo olímpico de la sede de los Juegos de invierno de 2014. Pero su ventaja en el Mundial sigue siendo enorme: suma 205 puntos, 44 más que su colega finlandés; y con 77 sobre Verstappen.
El próximo domingo, el férreo dominador de la categoría reina durante los últimos años intentará igualar uno de los principales récords del anterior gran gobernante. En casa de éste: el 'Kaiser' nació en Hürth, a menos de cien kilómetros del Nürburgring, un circuito 'clásico' que albergó su primera carrera de F1 en 1951.
Tras organizar 27 veces el Gran Premio de Alemania, once el de Europa y dos el de Luxemburgo, el Nürburgring regresa siete años después como sede del debutante Gran Premio de Eifel, región volcánica del oeste de Alemania situada en los estados de Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado.
La otrora peligrosa 'Nordschleife' -de casi 23 kilómetros y conocida como 'el infierno verde' ('Die grüne Hölle')- fue el tétrico escenario en el que en 1976 estuvo a punto de morir entre llamas el triple campeón mundial austriaco Niki Lauda. Accidente alrededor del que gira la película 'Rush', sobre la rivalidad que vivieron ese año Lauda y el inglés James Hunt; que acabaría ganando aquel Mundial a pesar del épico retorno del astro vienés.
Ese accidente provocó que el circuito quedase apartado, primero, de un Mundial al que regresó con una pista notablemente recortada, que ahora mismo tiene quince curvas y una longitud de 5.148 metros. A la que el domingo está previsto dar 60 vueltas, para completar un recorrido de 308 kilómetros. Y en la que este viernes arrancarán los entrenamientos libres, que se completarán el sábado, horas antes de la calificación que ordenará la formación de salida.
El Gran Premio de Eifel se presenta con la novedad de que habrá alrededor de 20.000 aficionados en las gradas; y, sobre todo, de que en el primer entrenamiento libre rodará el hijo del 'Kaiser', el alemán Mick Schumacher, líder de la F2 y llamado a debutar más pronto que tarde en la categoría reina.
Mick, de la Academia de jóvenes pilotos de Ferrari, se subirá al Alfa Romeo del italiano Antonio Giovinnazi en el primer ensayo. En el que también rodará el inglés Callum Illot -segundo en la F2- asimismo integrante de la escuela de la 'Scuderia', que lo hará a bordo del Haas del francés Romain Grosjean.
En seco se rodará con los tres compuestos medios: C2 (duro, reconocible por la raya blanca), C3 (medio, raya amarilla) y C4 (blando, roja). Y si el domingo iguala los 91 triunfos de Schumacher en F1, Hamilton sumará su segunda victoria en el Nürburgring, después de la de 2011 (en el Gran Premio de Alemania de ese año) con McLaren, la escudería con la que logró su primer título (2008) antes de anotarse otros cinco con Mercedes.
Schumacher -convaleciente aún del grave accidente de esquí que sufrió a finales de 2013 en Meribel (Francia)- ganó cinco veces en el Nürburgring. Curiosamente, siempre en el Gran Premio de Europa. El de Alemania lo ganó otras cuatro veces, pero en Hockenheim.
Nürburgring trae buenos recuerdos a la afición española porque en esta pista logró dos de sus 32 triunfos -los 32 que cuenta España a lo largo de su historia en la F1- el doble campeón mundial asturiano Fernando Alonso (GP de Europa); que regresa el año que viene a la F1 con Renault, la escudería con la que festejó sus dos títulos. Y en este circuito intentará regresar a los puestos delanteros su compatriota Carlos Sainz, undécimo en el campeonato, con 41 puntos.
Sainz, que en 2021 correrá en Ferrari y que en Monza (Italia) firmó su mejor resultado en F1 al acabar segundo, sufrió, al accidentarse en Sochi, un nuevo contratiempo. Por primera vez, por culpa suya. En un curso en el que los infortunios le han impedido estar mucho más adelante en un Mundial en el que su joven compañero inglés Lando Norris es cuarto -alejado del trío cabecero-, con 65 puntos, uno más que el tailandés Alexander Albon (Red Bull) y con dos sobre el australiano Daniel Ricciardo (Renault).
Los resultados del talentoso madrileño y de Norris sitúan a McLaren en el tercer puesto del Mundial de constructores; que lidera (firmemente y por séptimo año seguido) Mercedes, con 366 puntos, 174 más que Red Bull. Escudería que deberá gestionar la llegada de un nuevo motorista -o la fabricación de un motor propio-, después de que Honda anunciase que no seguirá en la F1 después de 2021.
El mexicano Sergio Pérez, que el año que viene no permanecerá en Racing Point -lo sustituirá el cuádruple campeón del mundo alemán Sebastian Vettel, que admitió fracaso al no haber podido ganar un Mundial con Ferrari- y cuyo futuro aún es incierto, también apuntará alto en el Nürburgring. Un circuito donde fue octavo en 2013 y que conoce bien de su época de la BMW alemana.
'Checo', cuarto en Sochi, es noveno en el Mundial, con 56 puntos, uno menos que el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) y que su colega canadiense Lance Stroll.
Leclerc -séptimo en el Mundial- y Vettel -decimotercero, con 17 puntos- también esperan con ansias algunas mejoras en su Ferrari. En un año para el olvido para la escudería más laureada de la historia de la Fórmula Uno; que ocupa un más que inusual sexto puesto en el torneo de constructores, con 74 puntos. A 32 de McLaren. Y por detrás de Racing Point y de Renault.
Adrian R. Huber