Francisco Salas5 min lecturaEl automovilismo español viene un momento irregular, ya que en la categoría reina, la Fórmula 1, Fernando Alonso y Carlos Sainz están lejos de su mejor momento; el asturiano por culpa del mal rendimiento de su Aston Martin, y el madrileño por estar sin equipo, y sufriendo en Ferrari, para cazar a Verstappen y compañía. No obstante, mientras en el 'Gran Circo' las cosas podrían ir mejor, desde el otro lado del charco, en la IndyCar, la referencia del 'motorsport' yankee, un barcelonés triunfo semana tras semana, Álex Palou. El español, bicampeón del campeonato, ha conseguido una nueva victoria en la Laguna Seca, en la última prueba antes de que los motores híbridos lleguen al certamen la semana próxima en Mid-Ohio.
Palou repitió su victoria de 2022 en el trazado californiano con una exhibición que le permitió situarse de nuevo como líder del campeonato, favorecido además por los problemas que tuvieron sus principales rivales por el título. La de Laguna Seca es la tercera victoria de la temporada para el actual campeón de la Indycar, que lidera el campeonato con 285 puntos, 27 más que el australiano Will Power y 34 más que su compañero de equipo, el neozelandés Scott Dixon.
Los estadounidenses Colton Herta y Alexander Rossi completaron el podio en el Firestone Grand Prix de Monterrey. Tras una "carrera caótica", en la que hicieron un "trabajo tremendo" y sobre todo, desde el muro de Chip Ganassi dieron con la tecla. "Lo hicimos con una estrategia un poco arriesgada pero es una victoria impresionante para el coche número 10. Dudé un poco pero todo fue bien, fue un día increíble para el equipo", explicó Palou, tras conseguir el triunfo.
La primera posición de Palou desde la 'pole' la quisieron varios de sus rivales, tanto que Kirkwood se situó líder tras la primera curva, adelantando al español por el exterior. A partir de ahí, tanto Palou como Kirkwood marcaron un ritmo de carrera altísimo, que solo el sueco Felix Rosenqvist pudo aguantar, convirtiéndose en una amenaza real por la punta. El paso por boxes era clave y quien optó por acceder primero fue el estadounidense, dejando al catalán como líder por unas vueltas.
Pero el gran vencedor del primer parón fue Rossi, que leyó mejor cómo hacer el 'undercut' y se puso primero. Casi al ecuador de la prueba, los pasos por boxes y las banderas amarillas por los accidentes pusieron a prueba a los principales candidatos. Las cámaras de la realización se iban a Barry Wanser, el jefe de estrategia de Palou, que decidió alargar todo lo posible la siguiente visita a los mecánicos, aprovechando el 'push to pass' para arañar segundos a sus rivales. Les salió bien, porque Álex se reincorporó a la carrera tercero tras Herta y Rossi con 38 vueltas para la línea de meta. Cinco después ya era segundo, y dos más tarde de nuevo líder. La destreza del piloto catalán fue magnífica, adelantando en pleno 'sacacorchos', lo que confirmó que la estrategia fue muy acertada.
Joseph Newgarden se posicionó muy bien en las últimas veinte vueltas para optar al triunfo, paró en 'pits' antes de que la bandera amarilla se activara y se puso segundo tras Palou. Pero no le duró mucho, porque un despiste le hizo perder posiciones hasta la quinta, lo que confirmó su debilidad en circuitos respecto a los óvalos. La carrera se reanudó tras un par de amarillas en las últimas diez vueltas, en las que Palou, con muchos menos segundos de 'push to pass' que Herta, evitó los ataques del estadounidense.