La peligrosa celebración que el triatleta Alberto González promete en París

El malagueño todavía está digiriendo su clasificación para la cita olímpica y en su última intervención mediática ha prometido liarla, "aunque luego vaya a la cárcel"

La peligrosa celebración que el triatleta Alberto González promete en París
Alberto González acude a París muy ilusionado. - X / World Triathlon
Alberto GálvezAlberto Gálvez 4 min lectura

Representar a tu país en unos Juegos Olímpicos es el momento culmen de todo deportista de elite, más allá de ganar o no medallas. Porque hay muchas horas de trabajo detrás y porque el sufrimiento psicológico que se pasa durante los cuatro años de preparación que distan entre cada cita olímpica no lo resiste cualquiera.

Por eso, el malagueño Alberto González, quien hace un mes que recibió la noticia de que estaría en París 2024 ya ha hecho su peculiar promesa en caso de salir con un metal de tierras galas. A sus 25 años, este triatleta andaluz sueña con todo, porque motivos tiene para ello. Sus resultados en las Copas del Mundo de Nueva Zelanda y Hong Kong le colocan como un aspirante al podio.

"Yo creo que va a ser diferente. Es verdad que depende de los protagonistas que haya, de la ambición que haya, la coordinación para ir hacia delante... Por ejemplo, yo desde que vi Londres y Río con los hermanos Brownlee eran las personas que dirigían el grupo, tiraban hacia delante, hacían los esfuerzos nadando, en bici corriendo, o sea, triatletas súper completos. En el triatlón se puede romper mucho la carrera en bici... Bueno, ya empezando la natación y si son 10 personas las que están escapadas ya son casi esos los que van a acabar en los puestos de finalista, en los 8 primeros", ha relatado en un podcast del diario MARCA llamado 'Los Oros vienen de París'.

Su clasificación para esta cita olímpica ha llegado 'in extremis', lo que la hace más especial todavía: "Como dice mi padre, he conseguido hacer la vuelta rápida en el último momento, estoy encantado de poder formar parte del equipo olímpico. Siempre vi los Juegos como la carrera de todos los tiempos. Recuerdo a Mario Mola, Fernando Alarza y a Javi Gómez Noya competir y pensar que ahora voy a ser yo uno de los que participa... Es un sueño. Siempre creí en el proceso y, aunque sabía que no iba a ser fácil, lo iba a pelear ".

Y el costasoleño va con ganas de llevarse muchos recuerdos de esta experiencia olímpica, como hacerse fotos con sus ídolos: "Me gustaría hacérmela con van der Poel... Él o Pogacar. Son los que más sigo y veo en la televisión. Tengo la suerte de entrenar en Sierra Nevada al lado de campeones olímpicos y es una gozada".

Su primer objetivo en París no es poca cosa, "ser finalista". Y en caso de lograr el ansiado metal, promete liarla en París: "Si consigo una medalla, me haría un mortal ahí en el Sena desde el Puente de Alejandro III. Luego me tocaría irme a la cárcel, pero lo haría encantado".