El final de los Juegos Olímpicos de París ya está aquí, y es que mañana es el día en que todo acaba, con la celebración de la ceremonia de clausura, en la que España va a llegar con las 17 medallas de Tokio y Río superadas, pero con la sensación de que se pudo hacer mucho mejor. Y es que las predicciones eran tremendamente positivas, sin embargo, no se ha podido cumplir y ha salido mal, pero no tanto como se puede pensar. Pero por lo pronto, lo que ya hay es son los abanderados para dicha ceremonia de clausura, y serán dos de los campeones de estos JJOO los que se encarguen de cargar la bandera rojigualda, Jordan Díaz y María Pérez.
Vamos a empezar por María Pérez, la marchadora granadina, que sale de aquí con una plata en los 20 kilómetros marcha y un oro en el relevo mixto, junto a Álvaro Martín. No se pudo conseguir el doblete porque en la prueba individual la china llegó muy fuerte al final, pero se resarció en su segunda oportunidad. A París llegaba como doble campeona del mundo de los 20 y 35 hace un año en Budapest, pero sobre todo, tenía la necesidad de sobreponerse a lo que le ocurrió en Tokio, cuando fue cuarta.
Y por otro lado, quien ya es leyenda, Jordan Díaz. El saltador de triple, que hace unos meses fue campeón de Europa en Roma, en su debut con España, logrando, con 8,18, la tercera mejor marca de siempre. Aquí en París, el cubano nacionalizado español ha saltado menos, 17,86, pero le ha bastando para lograr un oro tremendo, superando a su gran rival, el portugués Pedro Pablo Pichardo. Y ahora, tendrá un más que merecido homenaje en forma de liderar el grupo en este evento, con todos los ojos del mundo mirándole.
Pese a que la salud del deporte se mide normalmente en medallas, y ahí no se ha dado un gran salto, o al menos no todo lo grande que se esperaba. Eso sí, se mira más allá, se han logrado mucho muchos diplomas, sobre todo, 'tiros al palo', esto son cuartos puestos y quintos en los deportes de combate. Han sido casi 20 de estas opciones que hubieran, en caso de haber caído del lado de la fortuna, cambiar por completo el eje de la historia de estos JJOO para el Comité Olímpico Español. En general se van a recordar como no todo lo buenos que deberían, pero han estado más cerca de lo que parece de ser los mejores de siempre.