OPINIÓN

Las vías de Rubi para suplir al insustituible Carvalho

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
3 min lectura
Las vías de Rubi para suplir al insustituible Carvalho
- Joaquín Adorna
Cuando ha estado bien, lo ha jugado todo como titular y Rubi le ha mantenido todos los minutos sobre el campo. En el arranque de Liga, William Carvalho ha sido pieza insustituible en el Betis. Tan sólo estuvo ausente en Pamplona -cumplía sanción por la expulsión recibida ante el Getafe, a cero empató el Betis- y frente al Eibar -empate a uno en el Villamarín-, descartado por lesión el mismo día del partido.

Su condición de imprescindible no le exime de la responsabilidad de ser parte del equipo más goleado de la categoría -16 tantos en contra- tras 8 jornadas disputadas. Carvalho ha sido partícipe de un sistema defensivo que, como equipo, no ha funcionado y también estaba sobre el campo en las dos 'manitas' recibidas en Barcelona y ante el Villarreal.

Ahora bien, los tres meses que estará de baja tras ser operado con éxito de hernia discal deja al descubierto una planificación a la que le ha faltado un pivote defensivo, incluso con más músculo que el portugués, y pone a prueba la destreza de Rubi para buscar soluciones.



Van a cambiar los nombres, pero el problema, en todo caso, es mayor y colectivo. Seguramente, Rubi añadirá modificaciones tácticas al cambio de piezas. La vía conservadora sería recurrir a Javi García, el que debe ser sustituto natural de Carvalho, aunque tenga menos llegada y más dificultades en la construcción. Rubi apenas ha contado con él. Le utilizó como titular en el debut liguero ante el Valladolid (1-2 perdió el Betis) y ya desapareció del once inicial hasta que hizo de Carvalho en la visita a Osasuna.

La vía atrevida apunta al canterano Ismael, que curiosamente debutó en Pamplona y que ya entrena con el primer equipo; o adelantar a Bartra al centro del campo, una opción que no gusta -según la encuesta realizada en nuestra web- a la mayoría de aficionados béticos.

Es la hora del entrenador. El Betis no puede fichar, salvo a un jugador libre sin equipo antes del cierre del mercado estival, y Rubi tiene tres vías -conservadora, atrevida y, sobre todo, colectiva- para hacer olvidar al insustituible Carvalho.