Fernando Mateos3 min lecturaLa composición de la portería del Valencia está completamente en el aire de cara a la próxima temporada. No en vano, ninguno de los tres porteros que tiene Rubén Baraja a sus órdenes en estos momentos tiene garantizada su continuidad más allá de junio. Dos de ellos, Jaume Doménech y Cristian Rivero, acaban contrato, mientras que en el caso de Giorgi Mamardashvili, volverá a estar en el mercado.
El georgiano es indiscutible en la meta che. Pero después de dos temporadas en Mestalla, el pasado verano ya hubo equipos interesados en su fichaje, siendo tentado incluso por el Real Madrid como posible relevo del lesionado Courtois, si bien finalmente el club blanco optó por la cesión de Kepa, procedente del Chelsea, al tratarse de una opción más económica.
Finalmente, no llegó ningún club con los 25 millones de euros que pedía el club propiedad de Peter Lim, por lo que Mamardashvili afronta actualmente su tercera campaña como valencianista, que puede ser la última. A priori, la idea es traspasarlo en verano y hacer caja, después de que su pase costase poco más de un millón de euros, pues la situación económica obliga a buscar ingresos extraordinarios y desde el club se hará un esfuerzo por retener a otros pilares como Javi Guerra, como ha reconocido recientemente el director deportivo, Miguel Ángel Corona.
Así pues, el Valencia ya trabaja en la búsqueda de un relevo para el internacional por Georgia, que llegó en un primer momento cedido por el Dinamo Tbilisi, independientemente de que Doménech pueda renovar. Así, el elegido es Diego Conde, que está cuajando una gran campaña en Segunda división con el Leganés, según apunta el periodista Ángel García (@Cazurreando.com).
A sus 25 años, el madrileño ha encontrado la estabilidad en el conjunto pepinero, líder de la Categoría de Plata, y sólo ha encajado seis goles en 14 partidos, dejando su portería a cero en ocho de ellos. Se trata de su segunda etapa en Butarque, donde ya estuvo cedido en la 20/21 por el Atlético de Madrid, en cuya cantera se formó, si bien las dos últimas campañas han sido complicadas en el Getafe.
Como jugador azulón sólo llegó a jugar un partido oficial y el pasado verano se marchó libre, firmando por dos años por un Leganés que lo puede catapultar directamente a Primera división, ya sea a través de un ascenso o con un traspaso. Su contrato expira en junio de 2025 y el Valencia ya le ha echado el ojo para que se convierta en el relevo de Mamardashvili.