Da la solución para el Valencia, pero señala un problema

La situación del Valencia es crítica en el aspecto deportivo. Actualmente, el equipo que entrena Rubén Baraja es último en la clasificación de Primera división con 10 puntos y la posibilidad de descender a Segunda división es más real que nunca. Es por ello que Rubén Baraja está en la rampa de salida y si su despido no se ha producido ya es porque Peter Lim no quiere pagar su finiquito, que se eleva a unos 7 millones de euros. Algunos ex jugadores del Valencia creen que Baraja debe irse pero hay otros como Jorge López que tienen una opinión distinta y que las soluciones se encuentran en otro lado pero que, a su vez, existe un problema para llevarlas a cabo.

Jorge López, ex jugador del Valencia, señala que para él la solución para el equipo blanquinegro no es despedir al entrenador. "Creo que no es la solución. Porque va a venir otro y, si vas a seguir haciendo lo mismo, mejor que Rubén y la gente que está con Rubén conocen a esos jugadores no los va a conocer ninguno que traigas. Entonces, yo creo que la solución no es cesar al entrenador", dice en Relevo.

Una opinión que difiere de otros ex jugadores del Valencia, como el mítico Fernando Gómez, que aseguró que ve la etapa de Baraja en el Valencia finalizada por las malas sensaciones que da el equipo. Algo que no comparte Jorge López. "Lo he visto siempre muy entero, muy bien. Yo creo que es una persona que maneja muy bien el tema de la prensa, el tema de los mensajes. Él está defendiendo a muerte a sus jugadores porque es lo que tiene que hacer y, además, porque realmente cree en ellos".

Con esta situación, Jorge López es partidario de seguir la vía que propuso Fernando Morientes, otro ex jugador del Valencia, que apostó por reforzarse en el mercado de fichajes de invierno para mejorar el Valencia que dispone actualmente Rubén Baraja. "En el mercado de enero puedas hacer tres, cuatro cosas y puedas reforzar ese equipo".

A pesar de ello, Jorge López asegura que el Valencia tiene el problema de Peter Lim, el propietario del club, del cual no se fían ya muchos representantes de jugadores porque les puede cambiar las condiciones rápidamente, siendo eso una dificultad a la hora de fichar a futbolistas que puedan mejorar el equipo. "Hay una persona muy lejos que no está en el día a día y que decide que lo que es blanco luego es negro. Es muy difícil estar ahí y gestionar todo eso porque tu credibilidad es nula. Pierdes la credibilidad. Los agentes dicen: ‘Me da igual lo que me digas, luego me lo vas a cambiar'.