R. Madrid
Almería
Los goles de Jude Bellingham, de penalti revisado en el monitor con posible falta en ataque, de Vinicius Junior, ¿hombro o mano?, y de Dani Carvajal, en el minuto 99' de un encuentro que tuvo 15 minutos de añadido, fueron los teóricos protagonistas en la remontada del Real Madrid ante la UD Almería. Sin embargo, la expresada indignación del equipo visitante, que llegó a ir ganando 0-2 al descanso y vio cómo le anulaban el que habría sido el 1-3, ponen los focos en el extremeño Francisco José Hernández Maeso, árbitro del encuentro de la jornada 21 de LaLiga, y de su asistente desde el VAR, el canario Alejandro José Hernández Hernández.
El Real Madrid, despedido con pitos al descanso por el Santiago Bernabéu, dio un cambio radical en la segunda parte. Se lanzó a por la remontada desde el primer minuto de la reanudación pero, aunque las repeticiones invitaban a rebajar las quejas del Almería, es innegable recocer el factor decisivo del VAR, autor de un 'hat-trick' de intervenciones que siempre sonrieron a los locales y machacaron a los visitantes, quienes además del tanto anulado protestaron mucho el penalti del 1-2 y el tanto de Vinicius en el momentáneo 2-2. Además, el entrenador del Almería, Gaizka Garitano, fue expulsado en ese larguísimo tiempo añadido de 15 minutos por doble amarilla, tras protestar al árbitro varias decisiones en contra del colista. Se marchó haciendo gestos cruzando los brazos en el aire y llevándoselos a la cabeza en señal de incredulidad. La indignación crecería al ver luego que había tomas distintas a las que mostró el VAR, que además en sus comunicaciones ya remarca con demasiado énfasis lo que el árbitro debería interpretar.
Las cámaras de DAZN han mostrado con todo detalle las tres acciones polémicas que han rodeado al partido entre el Real Madrid y el Almería disputado este domingo en el estadio Santiago Bernabéu. La primera de ellas tuvo lugar en el minuto 53'. Los protagonistas fueron el recién entrado Joselu Mato y Kaiky Fernandes. El central del Almería saltó con el brazo extendido y tocó con la mano un balón que intentaba rematar el delantero merengue. Hernández Maeso no pitó nada, pero Hernández Hernández y Julián Villaseñor (el otro asistente de VA) le instaron a que lo revisase. Tras ir al monitor, el extremeño terminó pitando penalti y Bellingham hizo el 1-2 en el 57' (cuatro minutos de espera). El Almería se queja de posible falta de Rüdiger sobre Edgar y de Joselu al propio Kaiky.
El Almería, que seguía ganando 1-2, no pudo reaccionar mejor a este mosqueo por la manera de ver acortada su ventaja. De hecho, en la acción siguiente volvió a ponerse dos tantos por encima en el marcador con el gol de Sergio Arribas, culminando una rápida contra con internada y pase de Ramazani tras recuperación y apertura ágil de Lopy. Tras festejarse el gol, desde el VAR volvieron a llamar la atención del colegiado, que se dirigió a la pantalla por segunda vez en apenas seis minutos. Tras verlo repetido, Hernández Maeso decidió anular el gol y sacar tarjeta amarilla a Dion Lopy por zafarse de Bellingham con un manotazo. La indignación del Almería crecía al entender un juicio demasiado riguroso. El contacto existe, por lo tanto todo se decide en el callejón sin salida de la interpretación arbitral.
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Entre las tres acciones polémicas no pasaron ni 10 minutos. Tan sólo tres más tarde del tanto anulado a Arribas, en el 66', Hernández Maeso visitaba el monitor del VAR una vez más, a instancias de Hernández Hernández y Villaseñor Julián. Esta vez, el extremeño había anulado un gol de Vinicius al entender que había rematado el centro de Tchouméni ayudándose del brazo para rematar. Tras la entrada del VAR, el árbitro se retractó y dio validez al 2-2 argumentando que le había dado con el hombro y no con el brazo. De las tres acciones, es la más polémica, pues en las imágenes emitidas no se aprecia con claridad dónde impacta el balón e, incluso, en algunas tomas parece mano.