Jesús Galiano4 min lecturaEl Sporting de Gijón volvió a tropezar en casa, esta vez ante un CD Tenerife liderado por un brillante Álvaro Cervera, que supo leer el partido a la perfección y asestar tres golpes mortales en la segunda parte. La derrota, por 1-3, deja al conjunto asturiano en una situación límite y la destitución confirmada de Rubén Albés. Ell club lo anunció en sus redes sociales: "El Real Sporting de Gijón ha comunicado a Rubén Albés, a primera hora de este domingo, que deja de ser el entrenador del primer equipo. El Club agradece a Albés y su cuerpo técnico todo el trabajo y la dedicación mostrada durante esta temporada. El Real Sporting trabaja para revertir la difícil situación deportiva y dar a conocer el nuevo cuerpo técnico".
Tras el varapalo en Huesca, el equipo gijonés llegaba al Estadio El Molinón con la urgencia de sumar tres puntos para no acercarse aún más al abismo. Sin embargo, el plan no funcionó. A pesar de adelantarse en el marcador gracias a un penalti transformado por Juan Otero, los locales no supieron mantener la ventaja. El conjunto insular remontó con autoridad gracias a los tantos de Sergio González, Waldo Rubio y Enric Gallego, culminando una de sus actuaciones más sólidas de la temporada.
Es la tercera derrota consecutiva para el Sporting, que ahora suma 41 puntos y queda tan solo cuatro por encima del descenso. Y lo que es peor: transmite la sensación de un equipo sin rumbo ni reacción.
El técnico tinerfeño Álvaro Cervera demostró su experiencia y planteó un partido de control, bloque bajo y máxima concentración. Supo contener a un Sporting nervioso y con poca claridad ofensiva, hasta que sus jugadores aprovecharon los errores del rival para asestar tres zarpazos certeros. El entrenador santanderino volvió a sacar oro de su planteamiento táctico, demostrando por qué el Tenerife empieza a mirar hacia arriba.
En palabras del propio Cervera tras el encuentro: “No fue un partido brillante, pero supimos esperar nuestro momento. Nos adaptamos al guion y fuimos efectivos cuando tocaba”.
En rueda de prensa, Albés reconoció el mal momento pero no contempló dimitir: “Siento que tengo fuerza y herramientas para revertir esta situación. Creo en el equipo y no es momento de buscar culpables”.
Los errores defensivos, la falta de ideas en ataque y la presión de la grada, que terminó coreando “¡directiva, dimisión!”, dibujan un panorama sombrío para el Sporting.
El equipo rojiblanco ha ganado solo uno de sus últimos 17 partidos, un registro que lo acerca peligrosamente al descenso. Ni los cambios en el once inicial, con la vuelta de Yáñez y Pier, ni la modificación táctica ofrecieron soluciones. De hecho, el Tenerife, que no había ganado fuera en toda la temporada, aprovechó el desconcierto local para llevarse los tres puntos con autoridad.
Por su parte, David Guerra, presidente ejecutivo del club, mostró públicamente su respaldo a Albés hace unos días. Sin embargo, tras lo visto este sábado, su permanencia se convirtió en algo insostenible y su marcha ya es oficial
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