En el Philips Stadion de Eindhoven, en el que el Sevilla FC consiguió el pase a los octavos de final de la Europa League pese a perder por 2-0 ante el PSV, se vivió un bochornoso incidente en el que el guardameta sevillista Marko Dmitrovic sufrió la agresión de un exaltado que se saltó al terreno de juego. "Vino un aficionado y me empujó por detrás. Seguro que era alguien que estaría borracho y con bronca por cómo iba el partido. Conseguí agarrarlo y tirarlo al suelo hasta que lo redujo la seguridad. No entiendo cómo pasan este tipo de cosas, nunca es bonito ver esto en el fútbol y espero que este incidente sea bien castigado", declaró Dmitrovic tras el encuentro.
El susodicho llegó a golpear al guardameta serbio, que se revolvió para conseguir neutralizarlo en el suelo y, literalmente, perdonarlo sobre el césped mientras llegaba la seguridad del estadio. Y es que el ultra neerlandés tampoco fue especialmente inteligente a la hora de elegir a su víctima; un tipo de 1’94 y una presencia que con tan sólo verlo impone bastante. La UEFA, mientras tanto, y como suele ser habitual en este tipo de casos, no dio publicidad al incidente, interviniendo la señal servida a las televisiones con derechos, enfocando la cámara a otra parte del campo.
Al exaltado, como era de esperar, no se le presumían demasiadas luces, siendo retirado del terreno de juego por las fuerzas de seguridad, al tiempo que el árbitro registraba en el acta lo sucedido sobre el campo. Ahora, al PSV se le presupone una dura sanción, una vez que días atrás se manifestara en contra de las cargas policiales en Sevilla durante el partido de ida y elevara una denuncia al máximo organismo del fútbol europeo por la dureza con la que la Policía actuó en la capital hispalense contra sus aficionados.
Tal y como ha reseñado la Policía neerlandesa este viernes, el ultra que fue arrestado poco después del incidente contra Dmitrovic la pasada noche se encuentra aún bajo custodia policial desde y será puesto a disposición judicial el próximo lunes. “Se sospecha que el hombre agredió y violó una prohibición del área impuesta previamente por el municipio, y ya recibió (una condena a) servicio comunitario dos veces en 2021 y 2022 por delitos relacionados con el fútbol”, señaló la policía.
Unas informaciones que no sorprenden entre la Policía española, tal y como ha podido conocer ESTADIO Deportivo, pues el exaltado fue también uno de los aficionados más violentos de los casi 3.000 neerlandeses (2.915 con entrada) que se dieron cita en Sevilla durante el partido de ida, el cual era calificado de Alto Riesgo. Entre esos 3.000 aficionados se encontraban escondidos unos 350 ultras de los más radicales, los cuales fueron identificados en Paseo Colón un día antes por la Policía hispalense, con la colaboración de la Policía holandesa desplazada hasta Sevilla como enlace; algo muy habitual en este tipo de enfrentamientos.
El partido contó con un fuerte dispositivo de seguridad que acabó con cargas policiales en las inmediaciones del Sánchez-Pizjuán ante la actuación de los más radicales. Explican las fuentes consultadas que todo se inició en el embolsamiento inicial en el Prado, donde los ultras intentaron salir en torno a las 18:00 horas, algo que la Policía impidió al no abrirse las puertas del estadio hasta las 19:00 horas. Finalmente, como suele ser habitual en estos casos para evitar más tensión, las conversaciones entre las partes llevaron a tranquilizar la situación iniciando el pastoreo un poco antes. Durante la caminata hacia Nervión ya se vivieron provocaciones e intentos de agresión a la Policía que los cuerpos de seguridad controlaron con mano izquierda, evitando que estos se pararan y disiparan en las calles como siempre fue la intención de este grupo de 350 ultras.
El problema llegó en la Avenida de San Francisco Javier, junto a las obras del tranvía. Un punto crítico con demasiado material de obra propicio para cargar contra la Policia (piedras, vallas...). Momento que lo más violentos aprovecharon para levantar revuelo e intentar superar el cordón, lo que llevó a la Policía a cargar para no perder el control de la situación en un punto que era considerado crítico, por la situación y el momento de las obras.
Las imágenes de las cargas policiales, rápidamente, se viralizaron hasta el punto de ser recriminadas por el propio PSV y la sociedad holandesa, en general, donde el incidente llegó a convertirse en Trending Topic en Países Bajos. Al respecto, fuentes policiales consultadas por este diario aseguran que, como ha quedado demostrado, la cargas policiales estuvieron en todo momento justificadas y conforme a derecho, ante el nivel de violencia que se vivió por parte de los ultras del PSV en ciertos momentos.
De hecho, resaltan a este diario que el ultra que este pasado jueves intentar agredir a Dmitrovic en Eindhoven fue uno de los más violentos en todo momento, intentando hacer lo propio en más de una ocasión con varios policías y siendo uno de los cabecillas, en todo momento, de la multitud de aficionados del PSV que se dieron cita en Sevilla. Una realidad que puede verse en el vídeo que acompaña a esta noticia, en el que se le puede observar al frente del grupo, ante la atenta mirada de la Policía española en el Prado de San Sebastián, justo antes de comenzar el camino con destino al Sánchez-Pizjuán.
El susodicho en cuestión, según estas fuentes, intentó en todo momento, junto al grupo, superar las líneas de contención de la Policía, lo que acabó llevando a las citadas cargas que, instantes después, darían la vuelta al mundo a través de las redes sociales.