Vender jugadores. No hay otra. El propio vicepresidente y futuro rector del Sevilla FC, José María del Nido Carrasco, asumía que las pérdidas ocasionadas por un "exceso de ambición" a la hora de confeccionar una plantilla deficitaria que, encima, no ha dado los resultados deportivos esperados obliga a la entidad nervionense, como ya ocurrió el pasado verano con Yassine Bono, a deshacerse de activos con presente y futuro para hacer frente a los 30 millones de euros que aún se siguen pagando por amortizaciones de futbolistas que ya no pertenecen al plantel (y con los que se logró reducir en 20 kilos la masa salarial) así como los 50 derivados de diferentes préstamos solicitados para refinanciar la deuda a mayor plazo. Entre tanto, se negocia, según ha podido conocer ESTADIO Deportivo, con un fondo de inversión una inyección de capital, puesto que no se aprobaría la ampliación del mismo en una junta extraordinaria, así como paralelamente con LaLiga para aumentar el LCPD.
Porque el problema a medio y largo plazo se intuye o, incluso, se palpa ya, pero habrá que buscar soluciones también para la presente campaña, como hizo Monchi, en el mercado invernal. Aquellos movimientos a coste cero, tras una pésima gestión estival, ayudaron a encauzar un proyecto que, de la mano de José Luis Mendilibar, amarró la permanencia y rozó los puestos europeos, alcanzándose la Champions League tras la brillante conquista de la Europa League. Entonces, llegaron a coste cero Badé (préstamo con opción de compra, luego ejecutada), Pape Gueye y Bryan Gil, más el retorno de Ocampos. Ahora, eliminados de nuevo a las primeras de cambio de la máxima competición continental, resta saber si el martes próximo se conseguirá, como mal menor, continuar la aventura en la segunda o el agujero deportivo y económico es mayor. Pero, sea como fuere, se antoja crucial mover la plantilla en enero, cuando se esperan en torno a 6-8 operaciones, diez según el escenario más optimista.
Habiendo llegado hasta aquí, casi nadie duda de la continuidad de Diego Alonso, a quien parece que únicamente una catástrofe en forma de varias derrotas consecutivas en los encuentros que restan hasta Navidad, incluyendo un K.O. en Lens, podría evitar que se comiera el turrón. De momento, Víctor Orta está teniendo muy en cuenta sus sugerencias para el mercado invernal, con la premisa de ahorrar costes y gastar lo mínimo, aunque también cambiar la cara del equipo. El uruguayo, según ha podido saber este periódico, le ha solicitado un refuerzo por línea, incluso dos en la medular, aunque la portería, salvo sorpresa, no sufrirá retoques hasta verano, cuando expira el contrato de Nyland y se buscará acomodo, a petición propia, para Dmitrovic en su último año, por lo que se viene una renovación completa bajo palos. A corto plazo, se escucharán ofertas por todos, empezando por un Juanlu tentado por el Brighton y que podría dejar hasta 15 kilos en caja.
El míster, en lo que a hombres de campo se refiere (porque ha dado una lista de porteros que no será atendida por ahora al no gustarle ninguno), no cuenta con Gattoni ni con Marcao. Entiende que les vendría bien una sesión, el segundo si es capaz de reponerse y tener cierta continuidad. Kike Salas no le sobra, aunque ya sabe que tiene varios por delante en la rotación. Si se marchan Juanlu y/o Acuña (el argentino vuelve a tener tentaciones desde la Premier), entiende que llegarán recambios para los laterales, aunque ha hecho hincapié en el centro del campo, donde requiere un medio de contención que acompañe a Soumaré por la fragilidad de Fernando y la reubicación atrás de Gudelj, un mediapunta creativo y con llegada, un extremo polivalente y encarador, más un delantero de referencia capaz de rematar los múltiples centros que se generan. Bendice la promoción de Isaac Romero, aunque espera que no sea el único fichaje para la vanguardia.
En este escenario, no considera indiscutibles ni mucho menos al citado Reges, Joan Jordán, Suso, Lamela, Januzaj, Óliver Torres y Rafa Mir, con los que la entidad se ahorraría un dineral en sueldos y amortizaciones, aunque el director deportivo le ha informado de que será complicado deshacerse de ellos y, sobre todo, obtener algún rédito añadido aparte del porcentaje de sueldo que no se les abone. Más sencillo tendría a priori Orta sacar del equipo a los que terminan el próximo verano y no renovaron (casos de Navas, Rakitic, el 'Coco', Ramos y Oli), si bien con alguno se negocia, dado su peso específico en el vestuario, una continuidad muy a la baja en lo económico. A día de hoy, pagar 15 kilos por la ficha de Soumaré está descartado, pero no negociar una reducción de la opción de compra con el Leicester, sobre todo si no sube a la Premier. De haber un guiño desde los despachos y LaLiga, podría realizarse una inversión mínima, aunque no es lo más probable.