El último tren ni siquiera pasó por la estación de Marcao y, ahora, su futuro en Nervión está completamente decidido al disiparse la única duda que quedaba ante la posibilidad de que Quique le ofreciera el pasado lunes una oportunidad postrera de ganarse un sitio por muy complicado que pareciera.
La ausencia de Kike Salas por sanción ante el Mallorca abría la puerta de una posible titularidad al defensa brasileño, disponible y dentro de la convocatoria, pues, junto a Nianzou, sin protagonismo con Quique, se erigía en el principal relevo natural para sustituir al canterano.
Sin embargo, el preparador madrileño optó por una serie de cambios en el once para cubrir la ausencia de Salas, ya que retrasó la posición de Gudelj, al que incrustó en la línea de cinco atrás, lo que suponía la entrada como titular de Agoumé. También desestimó la vía de Acuña como central e incluso lo dejó en el banquillo para brindarle el carril zurdo completo a Ocampos.
Este planteamiento fracasó de manera rotunda en la primera parte, en la que el Mallorca pudo irse en ventaja, pero la reacción de Quique tampoco incluyó dar entrada a Marco para situar que Gudelj en el centro del campo. Por el contrario, dejó el eje de la zaga como estaba y apostó por Suso en lugar de Agoumé, que, claramente, desaprovechó la ocasión que le había concedido el míster.
Ya en el derbi, Quique dispondrá de nuevo de sus tres centrales fijos, pues regresa Salas y Badé no vio amarilla contra el Mallorca, por lo que ya se cierra cualquier puerta al brasileño para acceder al once, pues ni siquiera ha contado cuando había una vacante. Por ende, salvo sorpresa mayúscula, se pasará lo que resta de temporada en el banquillo en los que, probablemente, sean sus últimos meses en el Sevilla a pesar de que tiene contrato hasta 2027.
El futbolista desea quedarse, pero en Nervión consideran que ya ha quemado todos sus cartuchos condicionado por un calvario de lesiones que le han acompañado desde que arribó al Sánchez-Pizjuán. Esta temporada parecía que resucitaba con una racha de continuidad en la que, incluso, llegó a rendir como se esperaba de él, pero una nueva lesión le frenó otra vez y cuando volvió a estar disponible la defensa sevillista ya estaba estructurada con Badé, Ramos y Salas.
Por todo ello, en el club se ha decidido que ha llegado el momento de poner fin a su etapa en el Sevilla y se tratará de encontrarle destino y hacer algo de caja con su adiós.