Las espinacas con garbanzos, el plato estrella del bar más antiguo de España... ¡Y está en Sevilla!

Como no podía ser de otra forma, el bar más antiguo de España se encuentra en Sevilla. Concretamente, en la calle Gerona; en pleno centro de la capital hispalense. Hablamos de El Rinconcillo, un bar auténtico que traslada a sus clientes a otra época. De hecho, fue fundado en el siglo XVIII, gozando desde entonces del privilegio de ser el bar más antiguo de España que sigue abierto, con permiso de la taberna Las Escobas, también en Sevilla.

El Rinconcillo mantiene la esencia de los bares de la época, siendo su carta amplia y variada, aunque con tapas típicamente sevillanas. Su especialidad, sin ir más lejos, son las espinacas con garbanzos; una receta que se ha ido pasando de generación en generación hasta nuestros días, gozando de un sabor inconfundible que las convierte en diferentes. No hay cliente que se acerque a El Rinconcillo que no las pruebe. En manos de la familia De Rueda desde 1858, las cuentas siguen siendo a tiza en la barra y se cocina como antaño.

Las espinacas con garbanzos, el plato estrella de El Rinconcillo

Barra, por su puesto, de madera y suelo de loza. Un anaquel blanco de la época y varios barriles a forma de mesa demuestran que el ambiente de El Rinconcillo es el otro siglo. Como su carta, que no sólo se basa en espinacas con garbanzo, su plato estrella. Chacinas, coquinas, pavas de bacalao, revueltos, frituras y algunas sugerencias más le dan forma a un espacio en el que día tras día los clientes se apiñan en su barra, atraídos por lo costumbrista y por el buen comer.

Junto a los clientes habituales, el turismo se va abriendo paso poco a poco en El Rinconcillo, donde no quieren venderse al extranjero y siguen siendo fieles a las costumbres sevillanas. Pese a ello, el inglés, el francés o el italiano son idiomas cada vez más habituales de escuchar entre sus paredes.

Un bar, El Rinconcillo, el más antiguo de España y de Sevilla, que se encuentra en la calle Gerona; muy cerquita de Las Setas, que tiene su nombre debido a su localización. Está en un esquina, aunque cuenta la tradición que en su momento existía allí una muralla que daba forma al actual bar. El Rinconcillo, en definitiva, es una parada obligatoria para sevillanos y foráneos que pasen por la capital hispalense, un bar con arraigo y tradición que todo sevillano y amante del buen tapeo debe probar al menos una vez en su vida, pues también es un cachito de historia y de gastronomía sevillana.