Aitor Torvisco4 min lecturaEl Manchester City se ha proclamado este miércoles, por primera vez en su historia, campeón de la Supercopa de Europa al imponerse al Sevilla FC por 5-4 en una tanda de penaltis casi infalible que se decidió con un disparo de Gudelj que se estrelló contra el larguero. El partido llegó a la tanda de penaltis tras acabar los 90 minutos reglamentario más el añadido (no había prórroga) una vibrante final con empate a uno gracias a los goles de En-Nesyri y Palmer. Los nervionenses se fueron al descanso ganando y en la reanudación gozaron de varias ocasiones, todas del delantero marroquí, para haber puesto tierra de por medio con el segundo tanto. No lo hizo y lo acabó pagando, algo que lamentó un Iván Rakitic que hizo de capitán para mostrarse orgulloso de la imagen dada por su equipo y para despedir (a falta de confirmación) a un referente como es Yassine Bono.
"A Bono le he dicho que no hay nadie que lo quiera más que nosotros. Decida lo que decida, sabe que lo queremos muchos", ha manifestado Rakitic, con claro tono de despedida, al ser preguntado por el que probablemente haya sido el último encuentro del portero marroquí con el conjunto nervionense, ya que tiene un acuerdo para marcharse al Al-Hilal saudí durante las tres próximas temporadas en una operación que podría dejar unos 21 millones de euros (19 más 2 en variables) en las arcas del Sánchez-Pizjuán. El director deportivo nervionense, Víctor Orta, señaló su titularidad en la final como prueba de que nada estaba decidido aún; pero las palabras del croata y el acercamiento del club blanquirrojo a su compatriota Dominik Livakovic apuntan a que el traspaso está en vías de cerrarse en breve.
Bono estuvo a punto de parar el cuarto lanzamiento del City, de Kovacic, pero el balón se acabó colando por debajo de su cuerpo. Esta vez no pudo ser héroe y no consiguió su objetivo de despedirse por la puerta grande, con su tercer título tras las dos Europa League (2020 y 2023) más el Trofeo Zamora de la 21/22 entre otros muchos galardones individuales. Sus compañeros corrieron a consolarle, aumentando la sensación de ser su último día juntos. "En la final de Budapest paró dos y hoy ha estado cerca. No pasada nada, si pierde él, perdemos nosotros", respondió Rakitic, saliéndose por la tangente.
Rakitic atendió a los micrófonos de Movistar+ nada más terminar la final contra el City en la que considera que se vio una gran imagen del Sevilla FC, que demostró ser capaz de competir contra cualquier gigante continental: "Parece mentira lo que es el fútbol. Peleamos e hicimos muchas cosas bien. El City no ha ganado por nada todo lo que ha ganado, pero una vez más se ha demostrado lo que es el Sevilla FC. Es una pena que no podamos llevar la Copa a casa. Ellos lo celebran con normalidad y nosotros hubiéramos quemado el estadio".
"Duele de todas formas perderlo porque el desgaste de hoy ha sido brutal. Este equipo es una familia increíble. La queríamos mucho más que ellos, pero hay que felicitar al City y todos los sevillistas puede estar seguros de que seguiremos peleando para ganar más títulos. ", terminaba Rakitic, dolido por perder la oportunidad de ganar otro título, pero orgulloso de la imagen.