El penalti que ha costado el 0-1 al Sevilla ante el Getafe a los cinco minutos

Definitivamente, aunque el propio Diego Alonso no quiere "que sirva de excusa" y presume de que "la suerte de trabaja de siete de la mañana a siete de la tarde todos los días", el infortunio persigue al Sevilla FC. Podría decirse que bajo la batuta del ex seleccionador charrúa, pero habría que precisar que durante lo que se lleva de temporada 23/24 y gran parte de la anterior. De esta forma, si los blanquirrojos no sacaron el pasado martes rendimiento a su superioridad en el primer tiempo sobre el RC Lens, cayendo finalmente por 2-1 en la sexta y última jornada de la fase de grupos de la Champions League para ser últimos y certificar la despedida absoluta de Europa, sin ni siquiera la pedrea de la UEL, la nueva final ante el Getafe CF en LaLiga para no quedarse ya a las mismas puertas del descenso a Segunda división no ha podido comenzar peor para los intereses nervionenses.

Y es que no habían transcurrido ni cuatro minutos cuando un centro desde la derecha al área sevillista era peinado por Borja Mayoral para que Jaime Mata lo capturase en el segundo palo, controlase e intentase un disparo o centro-chut que tropezó en el cuerpo de Juanlu Sánchez. Enseguida, las protestas de los atacantes azulones obtendrían la connivencia del colegiado principal del encuentro, que señaló el punto de penalti. Ni siquiera hubo revisión en la sala VOR ni aviso alguno al grancanario por parte de sus ojos en Las Rozas, el aragonés Jaime Latre. Las imágenes de televisión, en efecto, confirmaron que hubo mano del aljarafeño, aunque la acción pasó previamente por la pierna del carrilero diestro, lo que en otras ocasiones supone un eximente para los defensores. No fue así, lo que llevó al propio Diego Alonso a llevarse las manos a la cabeza en señal de protesta por la clásica ya diferencia de criterio.

Posteriormente, la parroquia local protestó, antes incluso de que se cumpliese la primera media hora, lo mucho que tardó el árbitro en detener el juego tras una salida de su área del meta David Soria, que quedó lastimado al chocar con su propio compañero Djené. El juego siguió unos segundos, entre las dudas de todos, pero Pulido Santana acabó por pitar lo lógico. Por último, al menos hasta el momento, no hubo penalti en un cabezazo de En-Nesyri que tropezó en el cuerpo de Gastón Álvarez. Las repeticiones demostraron que el balón impacta en las costillas del zaguero visitante, no en el brazo. Inmediatamente después, se pidió algo punible en una jugada similar, si bien todo había quedado invaidado por unas manos previas de Sergio Ramos en ataque.