Rafa Mir sacudió los cimientos del club con sus duras acusaciones a la directiva del Sevilla en la entrevista concedida a DAZN, en la que denunció la desorganización interna del club y también el trato que se le dispensó por parte de los máximos dirigentes. Esta explosión del delantero ha sido el resultado de una tensión acumulada por los encontronazos con la entidad debido a lo ocurrido en el pasado mercado estival y en enero, y también por su absoluto ostracismo en 2024.
El delantero había guardado silencio hasta ahora para, según afirmó, no empeorar la situación de un club ya "desestabilizado" desde arriba, la misma postura que ha adoptado a día de hoy Joan Jordán, que se ha centrado en trabajar a tope a pesar de vivir una situación muy delicada en el Ramón Sánchez después de lo importante que llegó a ser años atrás en el conjunto sevillista. El de Regenços no ha levantado la voz y se esfuerza en convencer a García Pimienta a sabiendas de que las cartas ya están marcadas en su contra y la presión aumenta por parte nervionense para que facilite su salida este verano.
Víctor Orta le señaló públicamente como descarte en la presentación de Ejuke y luego se estrechó el cerco con la medida de apartarlo de los amistosos. Una decisión que, en principio, afectaba a todos los descartes, pero que ha reducido su margen de acción con el avance de la pretemporada, pues tanto Dmitrovic, que participó ante el Orlando Pirates, como Marcao, con minutos en la segunda prueba ante el Sporting CP, han disfrutado de una oportunidad sobre el césped.
Este levantamiento de veto, sin embargo, no se le ha aplicado a Jordán pese a entregarse en los entrenamientos, lo que supone un nuevo desplante al catalán y más madera para un incendio cada vez mayor que, evidentemente, no favorece que se alcance un acuerdo para su salida. Y es que Jordán no comprende la postura del Sevilla de apartarlo completamente del escaparate, pues dificulta, obviamente, un poco más que lleguen ofertas que sí puedan resultar suficientes para convencer a todas las partes.
El centrocampista ha dejado claro que no piensa renunciar ni a un euro del contrato firmado hasta 2027 y, como ha podido saber ESTADIO, ninguna de las medidas adoptadas por el Sevilla para presionarle le van a hacer cambiar de opinión, aunque sea de los pocos a los que se está haciendo el vacío. Así, el Sevilla ya tuvo que rechazar una oferta del Alavés al estar obligado a hacerse cargo de un alto porcentaje de la ficha, y también la del Glasgow Rangers, y el ostracismo es un obstáculo más para resolver un asunto que se recrudece cada vez más.