Las cosas no son como empiezan, sino como terminan. Y en el Sánchez-Pizjuán tienen argumentos para ello. Sin ir más lejos, el ejemplo de la temporada pasada: tres entrenadores, coqueteo con los puestos de descenso hasta el final, tensión entre la dirección deportiva y la presidencia que acabó con el adiós de Monchi... Y una séptima Europa League que dio la clasificación automática para la Champions este año, solucionando, al menos de manera momentanea, todos los problemas con los que los nervionenses habían tenido que lidiar a lo largo de la campaña.
¿Qué habría sido del Sevilla FC este verano sin esa Europa League conseguida, sus consecuentes ingresos y la clasificación Champions para este año?, se preguntarán algunos. Y es que sólo hace falta echar un vistazo a la hoja de ruta de Víctor Orta como nuevo director deportivo blanquirrojo para hacerse una idea. El mercado sevillista está siendo el que es, obligado a vender y a quitarse grandes salarios si quiere acabar de reforzarse en lo que queda de agosto. Pues imagínese esto sin los consabidos ingresos que asegura la presencia en Champions...
Orta, al menos, está cumpliendo con el 'marrón' que se le ha encomendado. Suplir a Monchi nunca es sencillo, pero menos aún en la actual circunstancia. El madrileño aceptó el reto y parece que está encontrando la fórmula en aquello que, quizá, más se le enquistó siempre al de San Fernando: la 'Operación salida'.
De momento han dicho adiós jugadores como Rony Lopes, que en los últimos años se había convertido en una pesada losa cada verano. Y éste, al menos, ya lo ha hecho para siempre, y con opciones de dejar algo de 'cash' en un futuro. También está a punto de hacerlo Delaney, que este lunes debe acabar de cerrar su salida al Anderlecht en préstamo, y con opción a compra. Otro salario importante (3'8 millones de euros brutos) que da margen a la tan castigada masa salarial de los de Nervión, penalizados en exceso por los grandes contratos y por el alto número de efectivos.
Pero no queda ahí la cosa, sino que quedan otros tres jugadores sin ficha a los que hay que encontrar acomodo todavía: Idrissi, Januzaj y Óscar Rodríguez. Salidas, en todos los casos, obligadas por lo económico, pues suponen un ahorrro tan importante como necesario, y porque en lo deportivo no acaban de cuadrar en los planes de Mendilibar, a quien también se le ha advertido de la economía de guerra. El último ejemplo, la marcha de Bono al fútbol árabe y su consencuente recambio: Nyland, un arquero veterano (33 años) que no requiere un desembolso importante. O el propio Sow, quien ha arribado al Sánchez-Pizjuán en su último año de contrato. Eso, y cesiones, es lo que le viene a Víctor Orta para este tramo final del mercado en el que el director deportivo del Sevilla FC está obligado a cerrar otras salidas que sean muy beneficiosas en lo económico. De lo contrario, será inviable.
Las cuentas mandan, aún más, este verano. Y ojo con que no llegue ninguna oferta interesante por nadie de peso. ¿En-Nesyri? Muy importante debe ser la oferta, pues el elegido para abandonar la punta de lanza es Rafa Mir. Pero tampoco se acaban de colocar a hombres como Tecatito o Papu, con sitio en el plantel pero un sueldo bastante elevado, y la premisa es clara: hacen falta salidas que sean muy beneficiosas en lo económico (bien por venta, o por aligerar masa salarial). Que los más de 20 millones por Bono fueran en efectivo tampoco es casualidad.