“Al fútbol se juega con la cabeza. Los pies son solo una herramienta”, expresó un tal Andrea Pirlo un bonito día. Siempre bien intencionado, como sus pases, reflejó en un renglón la relevancia de un aspecto que, hasta hace bien poco, pasó desapercibido en el universo del balompié: la salud mental. En este sentido, durante la corta carrera de un futbolista, la exigencia diaria es máxima. Para alcanzar el mejor rendimiento en el máximo nivel, el control del cerebro es clave. A ello ha hecho referencia Óliver Torres Muñoz (Navalmoral de la Mata, 10 de noviembre de 1994). El, hasta la fecha, centrocampista del Sevilla FC se despidió en la mañana de este viernes desde el corazón del Ramón Sánchez-Pizjuán, delante de altos cargos de la entidad rojiblanca como José María del Nido Carrasco, José Castro o Víctor Orta, así como de su familia o amigos. Precisamente en ese núcleo cercano se incluye Joan Jordán. El catalán fue el único futbolista que se acercó de forma presencial al acto de despedida de Óliver. Sobre su figura cuestionó ESTADIO Deportivo durante la rueda de prensa.
Óliver Torres y Joan Jordán recalaron en el Sevilla FC la misma temporada. Desde la 2019/20, donde besaron el santo con la primera de las dos UEFA Europa Leagues que albergan en sus vitrinas particulares, han vivido momentos buenos y no tan buenos, tanto a nivel colectivo como a título individual. Precisamente, la situación del catalán es una de las más complejas que se recuerdan por estos lares. Pese a todo ello, el futbolista sigue trabajando diariamente para recuperar su máximo nivel. Así lo describió Óliver durante su despedida: "Para mí representa lo que es la vida. Pasas por buenos momentos y pasas por los peores pero nunca te dejas, siempre lo intentas. Es el primero que llega a entrenar, es el que más se cuida y entrena como nadie. El único que puede cambiar la situación es él".
Tanto es así que se ha convertido en un amigo: "Para hablar de Joan no soy objetivo. Tengo una conexión especial con él. Tiene una mentalidad, una familia increíble que lo apoya. Aparte de las dos copas, me llevo un amigo, que en el mundo en el que vivimos no es fácil. Estoy orgulloso de cómo es él en el día a día. Pocas veces se lo digo, pero en la fuerza mental, eres un ejemplo para mí. En momentos de caída que he tenido, ha sido un referente para mí".