Primer movimiento en serio del Chelsea por Jules Koundé, con el que tiene un acuerdo desde el verano pasado en cuanto a sueldo (triplicando o cuatriplicando lo que percibe en Nervión) y años de contrato (se hablaba de cinco temporadas). Entonces, los londinenses no alcanzaron ni de lejos las exigencias del Sevilla FC, que terminó remitiéndose a la cláusula del central (80-90 millones de euros, según la época del año) por encontrarse ya el curso 21/22 en marcha. Al francés le costó asimilar que no le dejaran subirse a un barco tremendamente rentable en lo monetario y sin un descenso en lo deportivo (que sí experimentará su compañero de fatigas Diego Carlos, igualmente tentado en la siguiente ventana por un Newcastle al borde del descenso en la Premier y que se ha ido al Aston Villa), pero terminó cumpliendo con profesionalidad y entrega. Eso sí, con el compromiso verbal de que este verano le permitirían salir.
Y en ésas andan las partes. Monchi no puede hacer más: ha fijado el listón en los 65 kilos, un precio razonable dada la proyección del futbolista (23 años y un valor de mercado ligeramente inferior), por lo que está a la espera de que alguien lo alcance. Deslizando, por otra parte, que volverá a subir el precio en cuanto avance la pretemporada. Todo hacía indicar que el Chelsea se había olvidado de una prioridad para Tuchel, entrenador que se mantiene en el cargo pese al cambio de dueños y que ha sido clave para que se respete el acuerdo con el ex del Girondins. De esta forma, los 'blues' han firmado a Koulibaly (por 38 kilos) y pujado por Ake (el City no lo dejó ir) y Kimpembe (tasado en 40 millones por el PSG), ambos de garantías y más baratos que Koundé, quien, harto de esperar, ha alcanzado un pacto económico también con el Barcelona, previsiblemente tras una conversación con Xavi, enamorado de sus prestaciones.
Los culés, que antepusieron las contrataciones de Raphinha y Lewandowski, esperan la activación de nuevas palancas económicas para pujar por el galo, tras rechazar el Sevilla los intentos azulgranas de abaratar la operación incluyendo futbolistas (desde Eric García a Memphis Depay, pasando por Nico González o Abde) y las fórmulas imaginativas (cesión remunerada y obligación de compra, abonable en dos plazos anuales). Con todo, Laporta entendía que, al no tener nada mejor, Monchi terminaría claudicando con el paso de los días, pero se ha encontrado con un serio aviso a navegantes que le obliga a ponerse las pilas si no quiere dejar a su técnico sin el central que desea para formar pareja con Araújo, quedando Christensen, Eric y Piqué como alternativas.
Y es que, según avanza el querido compañero Samuel Silva en 'Relevo', el Chelsea por fin ha movido ficha, presentando una oferta formal que no llega aún a las pretensiones nervionenses, pero que sí se acerca bastante. Así, los de Stamford Bridge estarían dispuestos a llegar a los 55 millones, bonus incluidos, sentando las bases de una negociación abierta que debe vivir sus capítulos finales en los próximos días. En el Sánchez-Pizjuán se frotan las manos, pues, si realmente el Barça quiere a Koundé, habrá de mejorar esa puja, convirtiéndose el 'culebrón' en una subasta que solamente puede generar pingües beneficios para las arcas blanquirrojas.