Actualmente al frente de la planificación en el Aston Villa, no cabe duda de que Monchi es una de las figuras más influyentes en la reciente y exitosa historia del Sevilla FC. Con sus aciertos y errores, pesan más los primeros en sus dos etapas al frente de la dirección deportiva nervionense. Pero por el camino también se quedaron muchos nombres de jugadores que estuvieron cerca de aterrizar en Nervión y por diferentes circunstancias no llegaron a enfundarse la camiseta blanquirroja.
Es el caso de Dani Benítez, quien hace ya una década fue noticia por su positivo en cocaína, mientras militaba en las filas del Granada. Anteriormente, el que fuese canterano del Mallorca había destacado en el conjunto nazarí y estuvo sobre la mesa del 'León' de San Fernando, como él mismo ha reconocido, si bien finalmente valoró "otra opción más interesante" después de que la entidad del Nuevo Los Cármenes pidiera 8 millones de euros por su fichaje.
"Era un perfil semidesconocido, que no había explotado. Por sus condiciones y por sus cualidades podía hacerlo aquí. Podía valer ocho millones, tenía condiciones... otra cosa es que un club fuera a pagarlos", señaló en el programa 'Salvado' de laSexta, donde además desveló el contenido de los informes que poseía el club sevillista sobre la vida personal del extremo. "Era extrovertido, simpático, y un poco cabra loca. Pero nada especialmente grave que nos hiciera descartarlo al cien por cien. Algo se sabía sobre su vida. Hasta ese punto, no. En qué situación se habría visto para eso. Creo que nos olvidamos que los futbolistas también son personas", afirmó sobre el problema del balear con las drogas..
"Era un poco rebelde, y descarado. Igual que era su vida, era él en el campo. Para la directiva... no era un futbolista fácil", añadió, poniendo en valor las cualidades futbolísticas que le hicieron meditar su incorporación: "En velocidad y en conducción era muy potente. Te generaba peligro por ambas bandas y tenía una técnica... Con espacios te hacía daño. Es un jugador que llama la atención, es vistoso. Y difícil de parar, porque tenía velocidad y regate. Sus condiciones eran totales. Físico, dribling... Tenía las condiciones para llegar a un alto nivel", zanjó.
Por su parte, Dani Benítez, que a sus 37 años sigue en activo en el CD Huétor Tájar, confesó que después de aquel episodio se sintió rechazo e incluso pensó en el suicidio. "Comparas un partido en los que estaba bien y luego uno de ese año... es que era para dejar el fútbol. Yo había logrado ya todo lo que quería, que era jugar en Primera... y perdí la ilusión. No era feliz. Para evadirme, quedaba con los amigos y si me bebía un par de cubatas se me olvidaba todo. Me mató no tener el apoyo de la gente. Era un apestado, nadie quiere tener cuentas contigo. Tuve el pensamiento de quitarme la vida realmente, porque es muy complicado", señaló, confirmando al mismo tiempo que se encuentra bien en la actualidad: "Me siento superorgulloso de la persona que soy".