Sabe bien de lo que habla, porque, como él mismo recuerdo, se le "cuestionaba hasta ganando" cuando tomó las riendas del Sevilla FC, dando el salto desde el filial. Estuvo casi dos años y medio, tras la 'espantá' de un Juande Ramos que se descolgó recientemente con unas declaraciones poco elegantes sobre su salida del club nervionense. Ahora, asesora a la dirección deportiva del Cerro Porteño paraguayo, con experiencia en banquillos de medio mundo (UD Las Palmas y Real Zaragoza, aquí en España, pero también AEK de Atenas, Al-Rayyan y Al-Wahda). Manolo Jiménez, santo y seña en blanquirrojo como lateral izquierdo surgido de su cantera y asentado en su primer equipo, que lo llevó a ser internacional con la 'Roja', analiza la situación del club de sus amores desde la distancia. Y, como siempre habló claro, no tiene problemas para meter el dedo en la llaga.
"Invitaría al Sevilla a la unión, al bien de todos. Eso se hace con paciencia, sentimiento, dedicación y profesionalidad. El Sevilla va a resurgir cuando funcione como equipo, pero no podemos engañarnos con la Europa League, porque en los torneos de la regularidad no está bien", asevera el arahalense, al que no le duelen prendas a la hora de reconocer la superioridad del eterno rival en el último derbi, camuflada por algunos bajo un sinfín de estadísticas: "El Betis empezó mejor, dominando el partido, con mejores ocasiones; hay que hacer autocrítica, porque se pudo llevar el partido. Creo que lo vio todo el mundo. Pero es que hay muchos cambios. El que haya jugado al fútbol sabe que en un año no puede haber cuatro personas que tomen las decisiones deportivas en tan poco tiempo, porque cada técnico da unas órdenes y directrices diferentes. Tener cuatro entrenadores no puede ser bueno; en los proyectos no se puede ir tanto partido a partido. Todo en la vida es la toma de decisiones".
Y es que Jiménez entiende que "se tiene poca paciencia cuando no hay resultados", pero da por buena esta exigencia elevada: "La presión es así, pero se necesitan decisiones más permanentes. Las personas estamos de paso; la entidad está por encima". Un clamor, expresado en los micrófonos de 'La Gran Jugada' de Canal Sur Radio, que coincide con el de otros profesionales de su sector. El mismo Víctor Orta, sucesor de Monchi al frente de la dirección deportiva sevillista, entiende que el club al que ha regresado debe abandonar de una vez la "catarsis continua" en la que se encuentra y apostar por la estabilidad, que se consigue esperando que los técnicos, en este caso Diego Alonso, consigan transmitir sus ideas a la plantilla y que éstas se traduzcan en resultados positivos. Espera el madrileño que el ex seleccionador uruguayo pueda estar "tres o cuatro años" en el banquillo nervionense, aunque sigue cuestionado.