Víctor Orta, director deportivo del Sevilla FC, está centrado en reforzar al plantel sevillista en un mercado de enero que es especialmente complicado para los de Nervión. Primero, porque la situación deportiva apremia; segundo, porque limitaciones económicas del club y los topes de LaLiga le obligan a primar por la juventud en busca de futuras plusvalías. Una navaja de doble filo, pues la amenaza del hipotético descenso acecha y el plan se iría totalmente al traste de consumarse, provocando una situación aún más catastrófica para el Sevilla FC.
Para firmar, Orta tiene que darle salida antes a los descartes o jugadores con los que Quique no cuenta. Y eso lo complica aún más todos. Entre otras cosas, porque no hay fichas del primer equipo disponibles, habiendo ocupado el ’20’ el canterano Isaac Romero, subido del filial recientemente. Un frenazo en la ‘operación salida’ que el director deportivo sevillista y sus hombres tratan de desbloquear en las últimas fechas del mes de enero, justo antes de que la persiana se baje.
Por otro lado están aquellos futbolistas que acaban contrato a final de temporada y con los que el Sevilla FC no pretende contar más allá del 30 de junio. Ese es el caso, por ejemplo, de Óliver Torres. El extremeño lleva un par de mercados en la rampa de salida, pero por una u otra cuestión no acaba de consumarse su marcha, al tiempo que también acumula relativos minutos de juego que le hacen sentirse un activo más del plantel. Esta temporada, sin ir más lejos, ha participado en 23 partidos, consiguiendo una asistencia en 1.284 minutos de juego. Óliver es feliz en Sevilla y, por tanto, se aferra a su contrato mientras no venga algo que le convenza.
Tampoco se niega a salir el de Navalmoral de la Mata, de ahí que en parte cambiara también de agencia de representación en los últimos meses. Sin embargo, tal y como ha podido conocer ESTADIO Deportivo por fuentes muy directas, lo que sí tiene claro el internacional español con la sub 21 es que no lo hará a cualquier sitio. Este mes de enero, de hecho, ha rechazado una oferta de Turquía -Besiktas- en la que cobraba más de lo que percibe en el Sevilla FC, pero tanto el futbolista como su entorno han entendido que no era el momento de marcharse a un fútbol como el turco.
La intención de Óliver Torres, tal y como ha podido saber la redacción de este diario, es permanecer en el Sevilla FC hasta final de temporada, cuando acaba su contrato, siempre que no llegue una oferta que le cuadre. Bien en lo deportivo, apostando por un grande de Europa, o en lo personal, estando dispuesto a probar experiencias como el fútbol de la MLS o Arabia Saudí, donde también lo económico sería importante. Descarta, por tanto, salir a cualquier equipo menor de LaLiga, pese a que su situación clasificatoria, incluso, pudiera ser mejor que la del Sevilla FC a día de hoy.
En las últimas semanas, sin ir más lejos, ha sido empujado por intermediarios hacia el Nápoles, una opción que sí contentaba a Óliver y que por el momento no ha cristalizado ni parece que vaya a hacerlo. En España tiene ‘novias’, pero no las escucha y en el fútbol saudí, el gran inconveniente con el que se está topando es que ahora en enero no están haciendo grandes movimientos, centrándose los clubes más en reforzarse con directores deportivos de nivel, como ha sido el caso del bélico Ramón Planes, para volver con fuerza el próximo verano, cuando sí se esperan de nuevo movimientos bastantes gordos.
Mientras tanto, la dirección deportiva no cesa en su trabajo y, por tanto, no es descartable que Óliver Torres acabe saliendo también al cierre del mercado. En cualquier caso, hay otras prioridades, pues el futbolista extremeño es un futbolista del agrado de Quique y es un activo a considerar en lo deportivo. Su salida, eso sí, urge más en lo económico, tratando el club de sacar o ahorrarse algo de dinero antes de que se acabe marchando libre el próximo 30 de junio. Renovarlo, hoy por hoy, no hay intención ninguna. Todos coinciden en que su ciclo en el Sánchez-Pizjuán ha acabado.