La victoria del pasado fin de semana en Gran Canaria sirvió para que el Sevilla FC certificara la permanencia de manera virtual, a la espera de que en las siete jornadas que restan para el final de la temporada acabe de certificarla de manera matemática. Los nueve puntos de distancia entre los de Nervión y el Cádiz, que actualmente marca los puestos de descenso, invitan a pensar que este tramo final de curso para los de Quique será el tratar sumar el mayor número posible de puntos para acabar maquillando la temporada, pues Europa se antoja demasiado lejos -la séptima plaza está a 13 puntos actualmente- y lo lógico es acabar la 23/24 en tierra de nadie.
Con estos mimbres, y a sabiendas de que la próxima temporada el Sevilla FC no participará en Europa -y, por tanto, tampoco contará con sus ingresos-, en la planta noble del Sánchez-Pizjuán se preparan para apretarse el cinturón de cara a un verano en el que se antoja aún más complicado que los dos últimos mercados. Y entre el sinfín de frentes que tendrá que abordar Víctor Orta y la presidencia del Sevilla FC se encuentra el referente al futuro entrenador blanquirrojo, no estando asegurada la continuidad de Quique.
Candidatos para ocupar el banquillo del Sevilla FC el próximo curso han salido muchos en las últimas fechas, siendo Jagoba Arrasate, tal y como avanzó ESTADIO Deportivo, uno de los nombres que más gusta en el club, generando consenso tanto en el director deportivo como en el presidente, José María del Nido Carrasco, quien tiene mucho que decir al respecto.
Del vasco, tal y como ha podido conocer la redacción de este diario, son dos los detalles que más gustan, más allá de su idea de juego o de su rendimiento como técnico de Osasuna. En primer lugar, su adaptación a la hora de configurar plantillas de bajo costo, algo que se antoja clave en Nervión el próximo curso. En segundo lugar, la revalorización de futbolistas. Algo que en Pamplona ya ha hecho con jugadores como Chimy Ávila, ahora en el Betis, o el propio Budimir, quien suma 15 goles este curso y podría acabar saliendo el próximo verano por el doble de los ocho millones de euros que pagaron por el croata.
De otros de los nombres señalados, como es el caso de Raúl González Blanco, destacan su experiencia como profesional y su buen hacer en el fútbol formativo, entendiendo que sería un perfil idóneo para afrontar una primera experiencia de peso en la élite del fútbol español. Especial confianza hay por parte del director deportivo en el madridista, al que ya tanteó como posibilidad para suplir a Mendilibar en el Sánchez-Pizjuán e, incluso, lo tanteó para el Leeds United. La última palabra, en cualquier caso, la tendrá el propio Raúl, que por el momento no ha acabado de decidirse a dar el salto del Real Madrid Castilla a la espera de poder llegar al primer banquillo blanco, algo que este verano tampoco será.
Más aristas tiene el nombre de Enzo Maresca, que sería más una opción de club que del propio Víctor Orta. El italiano tiene fuertes vínculos personales con la ciudad de Sevilla y con miembros del consejo de administración del club de Nervión. No es la primera vez que sale su nombre, sonando ya en su momento como recambio de Sampaoli. Ya estuvo como asistente de Montella en el Sevilla, marchándose luego al West Ham como mano derecha de Pellegrini. De ahí pasó al sub 23 del City y al Parma, formando luego parte del staff de Guardiola en el primer equipo Citizen. Su experiencia con Pep le ha servido para convertirse en el primer entrenador del Leicester, con el que practica un juego ofensivo que le lleva a luchar por el ascenso a la Premier League.
Entre los informes de Orta también aparecen perfiles como Javi Gracia, con el que ya ha trabajado en Inglaterra y del que en el Sánchez-Pizjuán también tienen muy buenas referencias. Incluso Pepe Castro, como presidente, llegó a reunirse en persona con él cuando finalmente se decantaron por Montella; Diego Martínez, quien se formó como técnico en la cantera del Sevilla y al que su gran papel en el Granada CF le avala; o Paulo Fonseca, más arriesgado al desconocer LaLiga, pero sobre el que Orta tiene una especial fijación. Sin embargo, la mala experiencia con Diego Alonso condiciona al portugués a la hora de defender su candidatura ante Del Nido Carrasco.
Cope también ha apuntado el nombre de Javier Aguirre, al que el Mallorca trata de renovar. En cualquier caso, tampoco hay que descartar del todo a Quique Sánchez Flores, quien tendría un año más de contrato siempre que quede entre los diez primeros clasificados; algo que se antoja prácticamente imposible. Una conversación amistosa, en cualquier caso, parece que dictaminará el fin de la relación, aunque la posibilidad -ínfima- de que continúe en el banquillo sigue estando latente. Del madrileño gusta mucho el pragmatismo de su fútbol y cómo ha sabido reconducir la situación, aunque no convencen tanto su carácter o formas de hablar con tanta claridad de manera pública. En cierta manera, no se quiere caer en el error que ya se cometió el curso pasado con Mendilibar, al que se le ofreció la renovación -merecida- por su éxito deportivo en Europa, aunque sin contar con la total confianza de la planta noble sevillista. Con Quique falta feeling, aunque sus números responden.