Las imágenes de la frustración dentro del Sánchez-Pizjuán, que se trasladó fuera: incidentes con la directiva

Ya había dejado claro antes del encuentro, como en todos los que se celebran en el Ramón Sánchez-Pizjuán, un amplio sector de la afición del Sevilla FC que desea un cambio de dirigentes. Los gritos de 'Pepe Castro, dimisión' y algún otro fuera de tono que se hizo famoso antaño contra su antecesor en el cargo, el ahora aspirante a recuperarlo José María del Nido Benavente, volvieron a ser coreados por una parte aparentemente mayoritaria de la grada, que mostró su disconformidad marchándose en masa antes del pitido final, justo tras conseguir Pepi el 2-3 en el alargue. La frustración se trasladó a los aledaños del coliseo nervionense, inundado por cientos de hinchas enfadados que repitieron los cánticos contra el consejo de administración a las puertas del estadio. Incluso, se produjo un incidente con una de las directivas, Carolina Alés, que tuvo que bajarse de su coche al no poder avanzar y que intercambió opiniones entre improperios con los presentes antes de marcharse a pie.

Sin duda, la junta de accionistas del próximo lunes 4 de diciembre se presenta movida. Y habrá que estar muy atentos a lo que ocurra, de nuevo en 'La Bombonera', el próximo domingo contra el Villarreal CF de Marcelino. Pese al respaldo explícito de sus jefes, otro traspié de Diego Alonso acercaría el descenso y podría acabar con la inestable etapa del uruguayo al frente de los blanquirrojos. No será por gestos, que el propio protagonista agradece con un paso al frente en sala de prensa para confirmar que sigue con fuerzas. Pero el caso es que, sin contar la clasificación para la siguiente ronda de Copa del Rey ante el modesto CD Quintanar (0-3), sólo se han sumado cuatro puntos (empates contra Real Madrid, Cádiz CF, RC Celta y Real Betis, todas en LaLiga) de 24 posibles, pues perdió ante la Real Sociedad y los tres duelos de Champions League ante el Arsenal FC (2) y el PSV Eindhoven.

Con mensajes positivos en las redes sociales como Marcos Acuña o 'pesos pesados' del sevillismo como Joaquín Caparrós, el ambiente seguirá por desgracia para todos crispado. El equipo, como bien decía Castro, "no tiene suerte ni acierto", porque el 'harakiri' de Ocampos con una expulsión absurda no puede justificar la involución con 2-0 en el marcador para conceder tres goles en un cuarto de encuentro que quedaba. La galería del choque muestra cómo el Sevilla pasó del todo al descanso, ratificado nada más volver de vestuarios, a la nada del final, con música de viento en Nervión por el enésimo disgusto de una temporada que empieza a recordar peligrosamente a la pasada, cuando la reacción de Monchi en el mercado invernal y la llegada de Mendilibar como salvador lograron evitar un descalabro histórico, con un premio inesperado como la séptima Europa League que, como argumentaba recientemente Manolo Jiménez, no debe ser el árbol que tape el bosque.