No tiene mucho más. Es una evidencia. García Pimienta se llevó a Leganés a 22 futbolistas, sin agotar siquiera el cupo permitido, tres de ellos porteros (Álvaro Fernández y los canteranos Alberto Flores y Matías Árbol). Además, Pedro Ortiz tiene dorsal del primer equipo, aunque apenas contó con unos minutos en la Copa del Rey ante Las Rozas FC, al tiempo que Gonzalo Montiel está pendiente de una salida invernal y también es el último en la rotación de los laterales. El central Ramón Martínez y el atacante Isra Domínguez completaron desde el Sevilla Atlético el cupo, razón por la que el míster catalán apenas realizó tres cambios en Butarque de los cinco permitidos, los dos últimos tras el 1-0 y con menos de dos minutos para el final del tiempo reglamentario. Entre lesiones, baja productividad y lagunas de la planificación, el Sevilla FC está cogido con pinzas.
Al ex preparador de la UD Las Palmas le faltan Chideja Ejuke, Saúl Ñíguez, Örjan Nyland, Loïc Badé, Tanguy Nianzou, Suso Fernández y Stanis Idumbo Muzambo, clientes muy a su pesar de la enfermería nervionense, pero el problema va más allá. Sus delanteros no han marcado un solo tanto en LaLiga (los dos de Kelechi Iheanacho fueron en Copa y sigue sin estrenarse Isaac Romero tras once apariciones, la gran mayoría como titular), mientras que el déficit por fuera, especialmente con la venta extemporánea de Lucas Ocampos a los Rayados de Monterrey, es evidente. El polivalente Dodi Lukébakio se queda como único extremo nato, aunque su técnico, que ya preveía esta carencia, devolvió a Jesús Navas (solamente hasta que se jubile el próximo 31 de diciembre de 2024, hay que recordar) y Juanlu Sánchez a esa demarcación, que ocuparon en sus inicios.
Para colmo de males, se lesionó Idumbo ante la Real Sociedad, aunque se le espera a la vuelta de este parón o muy poco después. Y también es cierto de que Suso no está ya para esos trotes y prefiere ser ya mediapunta que extremo. Pero, con el fin seguramente de ejemplificar sus carencias, García Pimienta puso este sábado sobre el terreno de juego de salida a sus dos delanteros natos, escorando a Iheanacho a la izquierda, faceta en la que le relevó unos minutos solamente Isaac, que sí había actuado abierto en el filial alguna vez. El resultado, si no dantesco, sí fue llamativo, pues el nigeriano acumula 20 presencias anteriores en una banda (con el Leicester y su selección, apenas un par de veces esporádicas con el Manchester City), pero su estado de forma dista mucho de agradecer tal reubicación. Un experimento singular para que los que mandan se rindan a la evidencia de que se necesitan fichajes en enero. En plural.