Estalla el 'Caso Isco' en el Sevilla

Un fuerte encontronazo entre el futbolista malagueño y Monchi, en el que saltaron chispas en presencia del resto de la plantilla, genera una situación incómoda que aumenta exponencialmente las opciones de una salida en el mercado invernal

Estalla el 'Caso Isco' en el Sevilla
Isco y Monchi protagonizaron un momento muy tenso en el vestuario de la ciudad deportiva del Sevilla. - SFC
Aitor TorviscoAitor Torvisco 5 min lectura

De la revolución invernal que ha prometido abordar el Sevilla FC no se libra nadie, sea cual sea su estatus en el vestuario. Ya las primeras noticias que han ido conociéndose en ese sentido apuntaban alto, a pesos pesados, por la decepción con Ivan Rakitic o el enfado con Marcos Acuña, y a jugadores llamados a ser importantes con Julen Lopetegui que no encontrarán facilmente un sitio en los esquemas de Jorge Sampaoli como Papu Gómez, Suso Fernández -en la agenda del Espanyol- o Isco Alarcón. Los altos salarios y el bajo rendimiento que tiene al equipo en descenso era el motivo para señalar posibles salidas invernales, pero el vaso de la tensión ha rebosado con el malagueño y en Nervión ha estallado el 'Caso Isco'.

Según la información desvelada por Relevo, entre Isco y Monchi saltaron chispas en presencia de varios compañeros. Todo ocurrió, como relata en el citado medio el periodista Samuel Silva, durante una charla del director deportivo con la plantilla sevillista en el vestuario de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios. Tocaba abrir el cajón de pandora, sacar las verdades y ponerlas sobre la mesa, con el fin de encauzar el rumbo y poner la mejor versión de cada uno para salir de esta malísima situación.

Sin embargo, los rumores sobre la 'lista negra' de Monchi y la presunción -en base a algunas declaraciones de directivos- de que las filtraciones a los medios han llegado desde las altas esferas de la entidad no han sentado nada bien en el vestuario. La autocrítica era necesaria, pero la conversación se fue acalorando, brotaron las tensiones de este complicado primer tramo de temporada y el tono de la confrontación fue subiendo hasta generar una situación de lo más incómoda para todos los presentes.

Diversas fuentes restan importancia al pique, lo achacan a la tensión del momento y aseguran que la cosa se ha ido suavizando poco a poco. De hecho, cualquier que conozca a Monchi sabe de su vehemencia a la hora de exponer sus ideas y también de la cercanía que tiene con los futbolistas, él mismo lo ha remarcado en algunas ocasiones que su exceso de pasión le lleva a discutir y a reconciliarse constantemente. Vehemencia, tensión y contacto muy directo es un cóctel que puede desatar tormentas, pero que al mismo tiempo suelen ayudar a que escampe rápido. Pese a ello, si ya se presuponía a Isco entre los candidatos a salir en enero, ahora con más motivo.

La maldición de Isco y Lopetegui

Y es que lo de Isco es mala suerte. Estaba brillando en la selección española, asumiendo el rol de líder en el primer relevo generacional tras agotarse el ciclo ganador de 2008-2012, pero entonces Rubiales despidió a Julen Lopetegui. El vasco fichó ese mismo verano de 2018 por el Real Madrid y de nuevo el de Arroyo de la Miel aparecía entre los referentes de su proyecto, pero el entrenador sólo duro 10 partidos en Chamartín y Florentino Pérez le fulminó. El pasado verano, se arriesgó esperando al Sevilla FC hasta finales de agosto porque Lopetegui le había convencido, pero en octubre el de Asteasu ya no estaba en Nervión.

Con Sampaoli todo ha sido complicado desde el principio. Es cierto que en el debe de Isco está un rendimiento muy por debajo del esperado, pero más allá de eso, de su alto sueldo tras llegar como agente libre tras nueve años en el Madrid y de ese reciente pique con Monchi, lo que más juega a favor de su salida es la demostración de que Sampaoli no le encuentra sitio. A priori podría ser el jugador más parecido a su predilecto Nasri, para aportar talento natural en la zona de creación, pero no le ve con ritmo para jugar tan atrás y lo mueve entre la mediapunta, el extremo zurdo y el puesto de 'falso 9'. Un vaivén en el que se ha ido diluyendo y que amenaza con limitar su etapa sevillista a sólo cuatro meses.