Definitivamente, Carlos Álvarez se ha empeñado en demostrarle al Sevilla FC que se equivocó cuando lo dejó marcharse hace dos veranos al Levante. En lugar de ofrecerle la renovación en su último año de contrato, el club de Nervión le abrió la puerta a uno de los mayores talentos de su cantera, que en esa última campaña como sevillista había tenido la oportunidad de debutar en LaLiga y participar en tres partidos en total con el primer equipo, con gol incluido en la segunda ronda de la Copa de Rey.
Pero lo peor no fue dejarlo salir, sino permitir que lo hiciera de forma gratuita. Al menos, la entidad de Eduardo Dato se guardó posibles ingresos extra en caso de que los granotas cumplan ciertos objetivos, como el ascenso a Primera división, así como un porcentaje sobre su futura venta, que ascenderá al 40% si la misma se produce en en 2024 o 2025 y bajará hasta el 30% si el traspaso se ejecuta a partir de 2026.
Ese es el consuelo de los dirigentes de un conjunto sevillista que desde la distancia está asistiendo a la explosión en la elite de un futbolista que, a sus 21 años, se ha convertido en una de las grandes revelaciones de Segunda división. Este pasado domingo, sin ir más lejos, volvió a firmar una actuación sobresaliente en la victoria de su equipo ante la UD Almería por 4-2, lo que mantiene al cuadro valenciano en el liderato y lo confirma como uno de los grandes candidatos al ascenso.
El de Sanlúcar la Mayor firmó su segunda asistencia del curso al ceder un gol Giorgi Kochorashvili y anotó además su tercer tanto de la campaña al recoger un pase al espacio del georgiano y definir con calidad en el mano a mano ante el meta rival, demostrando que la velocidad es una de sus grandes virtudes, además de una calidad técnica y una visión de juego que ya todos elogiaban cuando destacaba en las filas del Sevilla Atlético.
Su rendimiento ha hecho que los aficionados del Levante llenen las redes sociales de comentarios en los que elogian a un futbolista que el club granota tiene atado hasta 2027. "Se le queda pequeña la Segunda División" o Kocho y Carlos Álvarez serían titulares indiscutibles en más de 10 equipos de Primera" son algunos de los elogios de unos ilusionados seguidores levantinistas.
En estos momentos, su cláusula de rescisión asciende a 15 millones de euros, pero pasará a ser de 25 en caso de subir a la máxima categoría. En el Ciudad de Valencia ya se frotan las manos y en Nervión esperan sacar al menos alguna tajada económica después del error cometido a nivel deportivo.